Leovigildo (del gótico: Liubagilds; ¿?-Toledo, primavera del
año 586) fue rey de los visigodos de 572 a 586. Hijo de Liuverico, conde en 523
y 526. Obtuvo el reinado después de la muerte de su hermano Liuva I. Se casó
dos veces: su primera esposa fue Teodosia, de quien tuvo a sus hijos
Hermenegildo y Recaredo I; su segunda esposa fue Gosvinta (viuda de
Atanagildo).
Leovigildo y los
vascones.
Leovigildo emprendió diversas campañas militares a lo largo
de la geografía de Hispania, relatadas en la única crónica contemporánea de
Juan de Biclaro,3 y que tuvieron por consecuencia el afianzamiento del poder
del reino de Toledo. En el 581, una de estas campañas se dirigió contra los
vascones, permitiendo la fundación de la ciudad visigoda de Victoriacum o
Victoríaco para controlar el territorio de Vasconia.
Probablemente la razón para esta campaña es que Leovigildo
conocía los saqueos vascones en la zona comprendida entre el Ebro y los
Pirineos. La prioridad dada a esta campaña, que coincide con el primer año de
la rebelión de su hijo Hermenegildo, parece indicar que estos saqueos eran
importantes. Otra explicación sería la de que los vascones, políticamente
organizados desde el periodo del Bajo Imperio Romano, respondieran a los
intentos de conquista y saqueos por parte de los visigodos con campañas
militares de recuperación de dichos territorios arrebatados.
Fundación de Victoriacum.
La campaña vascona concluyó con una victoria sobre los
vascones cerca del lugar donde se funda Victoriacum, posiblemente la actual
ciudad de Vitoria, en los llanos de Álava, una fortaleza que permitiría
controlar a la vez las montañas del Oeste de Navarra y la zona de la depresión
vasca. Aunque este enclave, al igual que Oligitum, la actual Olite, parece que
fuera fundado como bastión defensivo frente a los vascones, que perduraron al
margen del control visigodo, en la zona montañosa, al norte de la divisoria de
aguas, aunque desde Olite hasta la divisoria de aguas hay unos 60Km hacia el Norte,
que incluyen Pamplona y toda su cuenca, los valles pirenaicos, Sakana y las
Ameskoas, todo ello perteneciente actualmente a Navarra. Las obras de
construcción de un aparcamiento en Pamplona pusieron al descubierto
enterramientos visigodos que parecen demostrar los intentos de estos por
controlar esta zona, aunque fuera efímeramente. El yacimiento fue completamente
excavado en el curso de una obra civil y también aparecieron sepulturas
islámicas y pertenecientes a vascones.
Las guerras de
Leovigildo.
De entre los 14 años de reinado de Leovigildo, en sólo uno
—el 578— estuvo en paz dedicándose a la construcción de la ciudad de Recópolis.
Al comienzo de su reinado, emprendió campañas contra los bizantinos, con escaso
éxito. Posteriormente, derrotó las sublevaciones del sur y el norte del país,
conquistando la ciudad de Amaia donde los nobles cántabros se habían refugiado,
emitiendo moneda con la leyenda «Leovigildus Rex Saldania Justus». En el 576
combatió a los suevos de Galicia, pero hizo la paz con el rey Miro, la
conquista definitiva no llegaría hasta el 585 con la batalla de Braga, siendo
rey Andeca (o Audeca, o Odiacca). Luchó también contra los francos y en el 581
contra los vascones.
Reinado: Asociado a Liuva I: 568-571/572; en solitario:
571/571–586 .
Fallecimiento: primavera de 586 en Toledo.
Predecesor: Liuva I
Sucesor: Recaredo .
Familia:
Consorte: 1) Teodosia;
2) Gosvinta
Descendencia: Con
Teodosia Hermenegildo y Recaredo.
Citas Célebres:
“El
destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad.”
“Los hombres que no perdonan a las mujeres sus
pequeños defectos jamás disfrutarán de sus grandes virtudes.”
“Solamente aquellos espíritus verdaderamente
valerosos saben la manera de perdonar. Un ser vil no perdona nunca porque no
está en su naturaleza.”
“Perdonar es no tener demasiado en cuenta las
limitaciones y defectos del otro, no tomarlas demasiado en serio, sino
quitarles importancia, con buen humor, diciendo: ¡sé que tú no eres así!”
“La verdad se corrompe tanto con la mentira
como con el silencio.”
“El que busca la verdad corre el riesgo de
encontrarla.”
“Como todos los soñadores, confundí el
desencanto con la verdad.”
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