La crisis de la
monarquía carolingia.
Muerto Luis el Tartamudo (879), el reino franco se divide
entre sus hijos, los dos menores de edad: Luis III recibió Neustria, Austrasia
y Lorena, en tanto que Carlomán recibía Borgoña, Aquitania, Septimania y los
condados sur-pirenaicos.
El vacío de poder causado por esta sucesión se agrava por
las muertes sucesivas de Luis III (882) y de Carlomán (884). A causa de los
difíciles momentos que pasaba el reino debidos a los continuos ataques de los
normandos contra las costas atlánticas, se descartó entronizar a Carlos el
Simple —hijo póstumo de Luis el Tartamudo, de sólo cinco años de edad— y, por
tanto buscar un monarca capaz de hacer frente a los invasores escandinavos. En
la asamblea de Ponthion (885) los magnates francos optaron por ofrecer la
corona al hijo de Luis el Germánico, Carlos el Gordo, rey de Germania coronado
emperador por el Papa en 881. Todo el territorio carolingio quedaba, pues, de
nuevo bajo el dominio de un único soberano.
Aun así, Carlos el Gordo enseguida demostró que no tenía el
temple de su abuelo Luis el Piadoso ni, menos aún, el de su bisabuelo: ante el
asedio en París por los normandos entre noviembre de 885 y octubre de 886,
Carlos sólo fue capaz de comprar la retirada a cambio de pagarles un tributo.
Además, en la Francia oriental, tampoco pudo dominar las revueltas de
Franconia, Sajonia, Turingia, Baviera y Suabia. Por todo esto, en 887 Carlos
fue destronado.
Tras el fallecimiento de Carlos el Gordo (888), acontecido
en medio de la indiferencia y el olvido general, el sistema carolingio se
encaminaba hacia su desaparición. En la Francia oriental, la dinastía parecía
poder tener alguna continuidad con el sobrino de Carlos, Arnulfo, hijo ilegítimo
de Carlomán de Baviera, proclamado rey de Germania en 887, en revuelta contra
su tío, y, pese a su condición de bastardo, coronado emperador por el Papa en
896. Ahora bien, a la muerte de Luis el Niño (899-911), hijo y sucesor de
Arnulfo de Germania, los nobles alemanes eligieron rey a Conrado, duque de
Franconia, ajeno a la dinastía carolingia la cual ya no volvió a reinar nunca
jamás en Germania. Por su parte, en Italia, el destronamiento de Carlos el
Gordo (887) inició un proceso de luchas entre los magnates, los cuales
consiguieron además convertir el Papado en un instrumento de sus propósitos
imponiendo pontífices serviles y de baja condición moral. Finalmente, en la
Francia occidental, la persistencia, debido a la vergonzosa capitulación de
Carlos el Gordo, de los ataques normandos planteó de nuevo la necesidad de
encontrar un monarca con dotes de caudillo militar. En 888, ignorando
nuevamente los posibles derechos de Carlos el Simple, los nobles eligieron rey
a Odón, conde de París, que no pertenecía a la estirpe carolingia, rompiendo
así el principio de legitimidad.
Citas Célebres:
"Respetad la opinión ajena, y creed que
en este mundo nadie posee el tesoro de la verdad."
“El
odio abiertamente profesado carece de oportunidad para la venganza.”
“El futuro está oculto detrás de los hombres
que lo hacen.”
“El mayor azote de la vida moderna es tener
que dar importancia a cosas que, en realidad, no la tienen.”
“Las cosas no valen sino lo que se las hace
valer.”
"La única cosa que sé es saber que nada
sé; y esto cabalmente me distingue de los demás filósofos, que creen saberlo
todo."
“Muchas cosas no nos atrevemos a emprenderlas,
no porque sean difíciles en sí, sino que son difíciles porque no nos atrevemos
a emprenderlas.”
“La felicidad reside en el ocio del espíritu.”
“El poder conseguido por medios culpables
nunca se ejercitó en buenos propósitos.”
“Nada cimienta más la amistad que el hecho de
entender la soledad del otro.”
“Nadie quiere conceder a los demás el derecho
de equivocarse.”
“Por extraordinario que sea el arte que
encierra tu cerebro, será ridículo si no es útil para la humanidad.”
“La indiferencia es una forma de pereza, y la
pereza es uno de los síntomas del desamor. Nadie es haragán con lo que ama.”
“Quien es piadoso con los crueles acaba por
ser cruel con los piadosos.”
“Hay dos clases de pobres: los que son pobres
juntos y los que lo son solos. Los primeros son los verdaderos, los otros son
ricos que no han tenido suerte.”
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