martes, 21 de julio de 2015

REY RAMIRO I DE ASTURIAS

Ramiro I de Asturias (c. 790 – 1 de febrero de 850). Fue rey de Asturias entre los años 842 y 850. Era hijo de Bermudo I el Diácono, rey de Asturias, y de la reina Uzenda Nunilona.
Sucedió en el trono asturiano al rey Alfonso II el Casto, quien falleció sin dejar sucesión. Fue coetáneo de Abderramán II, emir omeya de Córdoba en el siglo IX. Durante su reinado se construyeron numerosos monumentos de estilo ramirense, como el palacio de Santa María del Naranco.
Biografía.
Acceso al trono
Según la Crónica de Alfonso III, fue elegido por Alfonso II el Casto como sucesor, debido a que el rey carecía de descendientes. En el momento de la muerte del rey, Ramiro I se encontraba fuera de Asturias, concretamente en Bardulia, en tierras que luego serían castellanas, para casarse. Esta ausencia fue aprovechada por el comes palatii y cuñado del rey, Nepociano, para hacerse ungir rey, apoyado por astures y vascones, quienes siempre se habían mantenido leales a Alfonso II. Ramiro I buscó apoyo en Galicia, donde reunió un ejército, y avanzó hacia Oviedo. Nepociano aguardó la llegada de Ramiro I en Cornellana, junto al río Narcea. No obstante las tropas de Nepociano se negaron a combatir, y éste tuvo que huir. Fue perseguido, capturado por los condes Scipion y Sonna y, posteriormente, cegado y encerrado en un monasterio.
Ataques normandos.
Poco después de ser proclamado rey, Ramiro I fue informado de que los piratas normandos estaban atacando toda la costa atlántica de Francia, y que ahora estaban llegando a la costas cantábrica de su propio reino. El objetivo de los normandos era encontrar ríos navegables y grandes ciudades para saquear, cualidades ambas de las que carecía el reino de Asturias y, por ello, las crónicas de la época sólo refieren dos pequeños ataques en Gijón y en La Coruña en el año 844, donde además los normandos hubieron de enfrentarse a las tropas enviadas por Ramiro I (entre otros los caballeros Ergica y Olmundo de Erice). Los invasores normandos, que no habían tenido éxito en sus expediciones de saqueo en Asturias, atacaron un mes después Lisboa, y más tarde Cádiz y Sevilla, ciudades que tomaron y saquearon antes de avanzar por el interior y amenazar la ciudad de Córdoba. Abd-al-Rahman II se vio obligado a realizar un gran esfuerzo para detener a los invasores, y para recuperar Cádiz y Sevilla.
Intento de repoblación de León.
Éstos acontecimientos influyeron notablemente en el reino de Asturias, pues Abd-al-Rahman II, que además de hacer frente a los invasores normandos, hubo de enfrentarse a los problemas internos de su reino, causados por las rebeliones de Musa ibn Musa, de la familia de los Banu-Qasi, se vio imposibilitado para atacar el reino de Asturias, y Ramiro I disfrutó de varios años de paz exterior, que aprovechó para repoblar la ciudad de León.

No obstante, dicha repoblación duró poco tiempo, pues Abd-al-Rahman II, una vez sofocadas las rebeliones internas de su reino, y una vez expulsados los normandos de su territorio, envió en el año 846 un ejército, a las órdenes de su hijo, Mohamed I de Córdoba, y obligó a los cristianos a evacuar la ciudad de León, que fue incendiada y arrasada por los musulmanes.

Citas celebres:
“Si los grandes hombres no hubiesen cometido errores, no sabríamos que han existido.” 
“Cuídate si quieres que Dios te proteja.”
“Mucha paz tendríamos si en los dichos y hechos ajenos que no nos pertenecen, no quisiéramos meternos.” 
“Un solo ser nos falta y todo está despoblado.” 
“Es el cuidado el que hace prosperar la obra.” 
“El mentiroso tiene dos males: que ni cree ni es creído.” 
“Cuando dos hombres desean la misma cosa que no pueden gozar juntos se convierten en enemigos.” 
“Todo el mundo es ignorante, sólo que en materias distintas.” 
“Nada hay más peligroso que una idea cuando no se tiene más que una.” 
"Un chisme es como una avispa; si no puedes matarla al primer golpe, mejor no te metas con ella." 
“La repetición es la más vigorosa de todas las figuras retóricas.” 

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