Vida.
Conde de
Castilla.
El futuro Fernando I de León tuvo que nacer después de 1015,
y no hay ninguna seguridad de que fue el segundo vástago de Sancho III el
Mayor, como tradicionalmente se había creído. La mayor parte de los documentos
auténticos de la época lo sitúan como el cuarto de los hijos del rey de
Pamplona, tras Ramiro I de Aragón, García Sánchez III el de Nájera y Gonzalo I
de Ribagorza. En 1029, al acceder al condado castellano, Fernando no pasaba de
los trece años.Cuando el conde Sancho de Castilla falleció en 1017, dejó por
heredero a García Sánchez, un niño de siete años, lo que dio inicio a un
período turbulento para el condado castellano. Alfonso V de León recobró las
tierras comprendidas entre el Cea y el Pisuerga, conquistadas años atrás por
Sancho, en tanto que Sancho el Mayor intervino para proteger a su joven cuñado,
aprovechando para apoderarse de varias plazas fronterizas.
Cuando García Sánchez de Castilla, en 1027, llegó a la
mayoría de edad, pretendió estrechar lazos casándose con Sancha, hermana del
joven rey de León, Bermudo III. Sin embargo, fue asesinado en 1028 por los
hijos del conde de Vela, huidos de Castilla. Los leoneses vieron en esta muerte
la mano del rey de Pamplona, y los castellanos una conjura leonesa. En todo
caso, Sancho el Mayor, salió favorecido del magnicidio: al no tener hijos el
difunto conde García, Sancho invocó los derechos de su esposa Muniadona para
gobernar en Castilla, y al designar a su hijo Fernando como conde de Castilla
en 1029, «su autoridad» fue «plenamente reconocida y legitimada».
Fernando se casó en 1032 con Sancha, la prometida de su
difunto tío, que aportó como dote las tierras comprendidas entre los ríos Cea y
Pisuerga.
En 1037 Bermudo III tomó por mujer a Jimena Sanchez, hija de
Sancho Garcés III de Pamplona, y de su esposa, la reina Muniadona de Castilla,
con lo cual pasaron a ser cuñados por partida doble los tres reyes: Vermudo,
Fernando y García el de Nájera, y reclamó esas tierras, lo que condujo a la
guerra entre los tres reyes cuñados. Algunos autores consideran que este
momento es cuando el conde Fernando cambió su título por el de rey de Castilla,
si bien no hay constancia documental de ello.
El trono leonés.
El conflicto entre cuñados se dilucidó en la batalla de
Tamarón, el 4 de septiembre de 1037. Las tropas castellanas venían reforzadas
por el ejército del rey García de Pamplona. Bermudo, con el ímpetu propio de su
edad, picó espuelas a su caballo Pelagiolo y se introdujo en las filas
enemigas, donde fue muerto atravesado por una lanza castellana. Los leoneses
trasladaron su cuerpo a León y lo depositaron, junto a los de sus padres, en el
panteón de la iglesia de San Juan.
Al morir Bermudo sin descendencia, era su hermana Sancha,
esposa de Fernando, su sucesora en el trono. Sin embargo, los leoneses tardaron
algún tiempo en aceptar a los nuevos monarcas. Durante meses el conde Fernando
Flaínez (tío de Rodrigo Díaz de Vivar y abuelo de Jimena Díaz), se negó a
entregar la ciudad a quien consideraba un usurpador, si no un asesino. Según la
Crónica Silense, Fernando llegó desde Sahagún (desde «los confines de la
Galaecia»). Finalmente, tras asegurar su posición en la Curia Regia, Fernando y
su esposa entraron pacíficamente en León, y «en la era de M.LXX. VI a X de las
kalendas de julio (22 de junio de 1038) fue consagrado don Fernando en la
iglesia de Santa María de León y ungido rey por Servando, obispo de feliz
recordación de dicha iglesia».
La misma crónica asegura que en los dieciséis primeros años
de su reinado no pudo hacer incursiones contra los mahometanos, ocupado en
someter a la nobleza del reino. Ello es confirmado por la Crónica najerense:
Ocupado durante dieciséis años en resolver los conflictos
internos de su reino y en domar el feroz talante de algunos de los magnates,
ninguna incursión fuera de sus fronteras pudo emprender contra los enemigos
exteriores.
Confirmó el Fuero de León, otorgado por su difunto suegro,
Alfonso V, mandó seguir observando el código visigótico como ley fundamental
del reino leonés, y se adaptó a los usos y costumbres de su nuevo reino,
seguramente influido por su esposa la reina Sancha.
La guerra con
Navarra.
A los dieciséis años de reinado, Fernando hubo de hacer
frente a la guerra contra su hermano mayor, García III de Pamplona. Ambos
hermanos llevaban años disputándose los territorios que su padre había
segregado de Castilla y anexionado al reino de Pamplona (La Bureba, Castilla la
Vieja, Trasmiera, Encartaciones, y los Montes de Oca), realizando constantes
incursiones. Las crónicas, claramente partidistas, hacen caer exclusivamente
sobre el pamplonés la responsabilidad del conflicto: estando García enfermo en
Nájera, fue a consolarle el rey leonés, que, sospechando de su hermano, evitó
ser apresado y se puso a salvo. Andando el tiempo, fue el leonés quien enfermó,
y su hermano mayor el que le devolvió la visita, al parecer inocente de toda
acusación, y a mostrar su buena disposición, pero con el deseo de ver
desaparecer al enfermo para ocupar su trono. Fernando aprovechó la ocasión para
encerrarle en el castillo de Cea, de donde escapó gracias a su astucia y a la
ayuda de varios cómplices.
García se preparó entonces para la guerra, y con algunos
musulmanes aliados invadió las tierras de Castilla, rechazando a los emisarios
que le propusieron la paz en nombre de su hermano, «proponiéndole que cada uno
viviera en paz dentro de su reino y desistiese de decidir la cuestión por las
armas pues ambos eran hermanos y cada uno debía morar pacíficamente en su
casa». Así pues, Fernando le salió al encuentro con un fuerte contingente, y
ambos ejércitos se encontraron en la Batalla de Atapuerca librada en 1054.
García se había establecido a mitad del valle de Atapuerca,
tres leguas al este de Burgos, pero los leoneses ocuparon de noche un altozano
cercano y desde él cayeron al amanecer contra los navarros y sus aliados.
Fernando dio orden de capturar vivo a su hermano, porque así se lo había pedido
su esposa Sancha. Pero los nobles de León, que no habían olvidado la muerte su
rey Vermudo, acabaron con García. Otra versión atribuye su muerte a un grupo de
sus propios súbditos, obligados a huir a Castilla ante las humillaciones y
exigencias tributarias de García.
En todo caso, el ejército de García huyó en desbandada,
cayendo numerosos prisioneros en manos leonesas, entre ellos buena parte de sus
contingentes moros. Fernando recuperó el cuerpo de su hermano y ordenó
enterrarlo en la iglesia que éste había fundado, Santa María de Nájera. La
victoria de Fernando tuvo como consecuencia la reincorporación a Castilla de
las tierras reclamadas, estableciéndose la frontera en el río Ebro e
imponiéndose vasallaje a su joven sobrino Sancho Garcés IV, el nuevo rey de
Pamplona.
Citas Célebres:
“No hay lugar tan estrecho donde no se pueda
elevar el pensamiento al cielo.”
“Que cada ocasión sea una gran ocasión, porque
no sabéis cuándo el destino os favorecerá. “
“Mejor un amigo con siete pecados que un
extraño.”
"El matrimonio es la principal causa del
divorcio."
“Si las lágrimas son efecto de la sensibilidad
del corazón, ¡desdichado de aquel que no es capaz de derramarlas!.”
“Los cántaros, cuanto más vacíos, más ruido
hacen.”
“Leemos el mundo al revés y nos lamentamos de
no comprender nada.”
“El primer beso no se da con la boca, sino con
la mirada.”
"No importa si se avanza poco; lo
importante es no parar."
“No envidio a los que saben más que yo, pero me
compadezco de quienes saben menos.”
“Los tontos no gustan de admirar las cosas
sino cuando llevan una etiqueta.”
"No le evitéis a vuestros hijos las
dificultades de la vida, enseñadles más bien a superarlas."
“Un hombre no es otra cosa que lo que hace de
sí mismo.”
"No podemos hacer grandes cosas, sólo
pequeñas cosas con gran amor."
“Un libro abierto es un cerebro que habla;
cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un
corazón que llora.”
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