jueves, 16 de julio de 2015

REY DON PELAYO DE ASTURIAS

El posible origen astur de Pelayo.
Las crónicas Albeldense y Rotense de la etapa final del Reino de Asturias (siglo IX) vinculan a Pelayo con la corte visigoda, al ser presuntamente éste un espatario (una especie de guardia personal) del último rey visigodo Don Rodrigo, aunque este dato ha sido cuestionado por algunos historiadores, especialmente a partir de la publicación de los trabajos de Abilio Barbero y Marcelo Vigil al respecto: resultaría paradójico que los astures, que se habían rebelado contra el dominio godo en tiempos del rey Wamba, aceptasen como caudillo en la nueva lucha contra los musulmanes a un aristócrata enemigo, perteneciente a un pueblo que tan sólo veinte años antes había sojuzgado a Asturias. Por otro lado, ni siquiera las regiones más romanizadas, como la Bética y la Tarraconense, opusieron una seria resistencia al colapso del reino visigótico, y la mayor parte de la aristocracia visigótica, representada por condes como Teodomiro o Casio, aceptó el nuevo dominio omeya a cambio de conservar su estatus. Incluso la viuda de Rodrigo, Egilona, fue tomada como esposa por uno de los jefes de los invasores, Abd al-Aziz, primer valí de Al-Ándalus.
Las primitivas crónicas asturianas, como la Albeldense, no incluyen la genealogía de Pelayo, aunque sí lo declaran hijo del duque Faffila —Favila— de ascendencia goda(?). Los primeros documentos que trazan un supuesto árbol genealógico de Pelayo que lo haría descendiente de Chindasvinto (como la Estoria General de España escrita por el rey Alfonso X el Sabio) son cinco siglos posteriores a los hechos. En este sentido, la ideología neogoticista que impregnó los reinados de los reyes de Asturias Alfonso II y Alfonso III hizo desvirtuar progresivamente los orígenes del reino de Asturias: se pretendía entroncar los orígenes del reino de Asturias con el estado visigótico, para de esta manera legitimar las aspiraciones imperiales de los reyes de León y de Castilla.
De hecho, el antropónimo Pelayo no es germánico (como lo son todos los nombres de los reyes visigodos), sino que deriva del griego πελάγιος (marino), lo que apuntaría a un origen hispano-romano del personaje. Por lo demás, dicho nombre de pila era usado con profusión por los habitantes del noroeste de Hispania.
En cualquier caso, lo cierto es que las informaciones proporcionadas tanto por las crónicas cristianas como por las islámicas lo presentan como un personaje estrechamente vinculado a Asturias y que poseía propiedades fundiarias en la región. De este modo, el testamento del rey Alfonso III (recopilado por el padre Flórez en su España Sagrada) menciona que Pelayo tenía tierras en Tiñana (Siero), no muy lejos de Lucus Asturum, una de las ciudades más importantes de la Asturias romana y prerromana. Por su parte, la Crónica Rotense señala que, tras su huida de Córdoba, Pelayo se refugió en Argandenes (Piloña) en pleno corazón del territorio de los luggones arganticaeni y cerca de su capital, Paelontium (Belonciu).
Asimismo, tanto Al Maqqarib como Ibn Jaldún,c en los siglos XV y XIV respectivamente, atribuían orígenes asturianos a Pelayo, y el primero de ellos, al describir los sucesos de Covadonga, califica al personaje de asno salvaje, una denominación muy poco apropiada para un pretendido miembro de la aristocracia goda y que hace pensar más bien en un caudillo procedente de las montañas y alejado de los refinados centros de cultura romano-visigóticos, pudiendo ser simplemente un hecho de propaganda y rencor escritos en una época totalmente diferente (ocho siglos después), y desde Egipto, lo que deja claras dudas sobre la fidelidad de estos "relatos" que sin testigos, ni acceso a una información lejana, y recopilando los siglos de leyendas anti-Pelayo que se pudieran haber dado en el bando musulmán a lo largo de la Reconquista; siendo esta la información accesible para un "historiador" del régimen que escribe sobre los hechos 8 siglos después y a miles de kilómetros, desde Egipto. Los relatos de otros cronistas musulmanes como Iban Al-Akir, en la que relata como "Muza" ataca al enemigo robando, destruyendo iglesias, campanas.d o Al-Nuwairie hacen referencia a un lugar denominado la roca de Pelayo, conquistado por Muza en su campaña de los años 712–714, y que los historiadores identifican con el cerro de Santa Catalina, donde se asentaba la ciudad de Gegio (Gijón). El hecho de que el topónimo portase el nombre de Pelayo sugiere que este personaje era por aquel entonces el gobernante local de la villa, aunque si el texto fue escrito con el paso de los siglos, puede ser una variación y adaptación literaria. En tal caso, la leyenda sobre el matrimonio de Munuza con su hermana Adosinda, de ser cierto, habría tenido como objetivo reforzar el pacto entre la aristocracia astur y los nuevos dominadores árabe-bereberes.
Es de destacar, que los hechos de su vida transcurren en lugares de culto prerromano. Como su enterramiento en el área dolménica que databa de época megalítica, probablemente del periodo 4.000–2.000 a. C (Abamia). O la de su hijo Favila en el dolmen de Santa Cruz. Estos enterramientos parecen seguir pautas rituales ancestrales de los jefes tribales astures.
También el refugio en Covadonga muestra un marcado carácter ritual. Así, el lugar presenta restos del culto a la DEVA (lit. diosa en céltico) y así se llama el río que salta desde la cueva, en un claro proceso de superposición de cristianización ("la Santina") sobre lugares de culto pagano.

Por último no puede dejar de resaltarse el hecho de que la transmisión del poder en el seno de la monarquía asturiana se llevaba a cabo siguiendo reglas de origen celta, residuos de una anterior estructura matriarcal: así, la mujer a menudo transmitía derechos hereditarios al marido, como sucede en los casos de los reyes Alfonso I y Silo, que acceden al poder gracias a sus esposas Ermesinda y Adosinda, ambas de la familia de Pelayo. Sólo en época posterior, a partir de Ramiro I de Asturias, se impone definitivamente la sucesión por línea patrilineal.

Frases Célebres:
“La esperanza es un árbol en flor que se balancea dulcemente al soplo de las ilusiones.” 
“Un hombre sin carácter es una nodriza sin leche. Un soldado sin armas, un viajero sin fondos.” 
“Los hijos son las anclas que atan a la vida a las madres.” 
“Un pesimista es un hombre que mira hacia ambos lados antes de cruzar una calle de una sola dirección.” .
“Los débiles sucumben, no por débiles, sino por ignorar que lo son. Lo mismo sucede a las naciones.” 
“Las arrugas son la tumba del amor.”
“Si confieres un beneficio, nunca lo recuerdes; si lo recibes, nunca lo olvides.” 
“Nosotros mismos somos nuestro peor enemigo. Nada puede destruir a la Humanidad, excepto la Humanidad misma.”
"Proyecta lo difícil partiendo de donde aún es fácil." 
“Sin piedad la justicia se torna crueldad. Y la piedad sin justicia, es debilidad.” 
“No sabemos lo que nos pasa y eso es precisamente lo que nos pasa.” 
“Tenemos dos fuerzas que nos ayudan a vivir: el olvido y la esperanza.” 
"Caminante no hay camino, se hace camino al andar." 
“Prueba en dar algo a tu prójimo, que puede ser que te sepa mejor distribuir que amontonar.” 
"Mienten quienes afirman que jamás han sentido celos. Lo que ocurre es que nunca se han enamorado." 

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