martes, 23 de junio de 2015

Alfonso I de Asturias.

Alfonso I de Asturias, apodado el Católico. (693-757), fue rey de Asturias entre los años 739 y 757. Sucedió a su cuñado Favila de Asturias y fue sucedido por su hijo Fruela I de Asturias.
Era yerno del rey don Pelayo ya que estaba casado con su hija Ermesinda, e hijo de Pedro, duque de Cantabria, el cual a su vez, hasta el siglo XIX, basándose en los antiguos cronistas, se creyó que fue hijo del rey visigodo Ervigio, sin embargo, no existe ninguna prueba documental. Según la versión rotense de la Crónica albeldense, Pedro era exregni prosapiem, o sea, de estirpe real visigoda y por consiguiente también lo sería su hijo Alfonso.
                              Proclamado rey de los astures entre julio y noviembre de 739, con Alfonso I se intensificó la labor de Reconquista. La sublevación de los bereberes en 741, provocó la huida hacia el sur de los árabes que se habían asentado en Galicia, en Astorga, y, en general, al norte de la sierra de Guadarrama, hecho que fue aprovechado por el nuevo monarca para ampliar las fronteras de su reino, anexionando Galicia y el norte de Portugal y emprendiendo campañas devastadoras contra zonas ocupadas por los musulmanes. La Crónica de Alfonso III, Versión Rotense describe la ampliación de las fronteras del reino durante estas campañas lideradas por Alfonso I de la siguiente manera:
«La osadía de los enemigos fue siempre aplastada por él (Alfonso). Este, en compañía de su hermano Fruela, haciendo avanzar a menudo su ejército, tomó por la guerra muchas ciudades, a saber: Lugo, Tuy, Oporto, Anegia (no identificada), Braga la metropolitana, Viseo, Chaves, Ledesma, Salamanca, , Numancia que ahora se llama Zamora, Ávila, Astorga, León, Simancas, Saldaña, Amaya, Revenga, Carborárica, Abeica, Cenicero, y Alesanco, y los castillos con sus villas y aldeas, matando además a los árabes con la espada, y llevándose consigo a los cristianos a la patria.»
Este modo de actuar trajo consigo dos consecuencias de gran repercusión para el futuro, tanto desde el punto de vista demográfico como cultural, en todo el territorio:
-        La creación del llamado «Desierto del Duero»: El área comprendida entre el río Duero y la Cordillera Cantábrica quedó prácticamente despoblada. Según Herculano, para dificultar así los futuros avances de tropas musulmanas hacia el norte, aunque otros historiadores consideran que esta despoblación no fue realizada conscientemente. La repoblación de parte de estas tierras comenzará a producirse 100 años más tarde, con gentes del propio reino y mozárabes venidos de reinos musulmanes.
-        El incremento de población que experimentaron las tierras de la vertiente norte de la Cordillera, Cantabria y Asturias, con la gente traída de la Meseta Central, provocó la necesaria roturación de nuevas tierras y la fundación de nuevos pueblos y aldeas, configurando el tipo de poblamiento que ha llegado hasta nuestros días.
-        La incorporación por Alfonso I de gentes procedentes de los Campos Góticos, que conservaban cierta tradición guerrera, bastante perdida por la población hispano-romana, si se exceptúa a los pobladores de norte, menos inculturados en el mundo romano, dio impulso a la reconquista y permitió reforzar la zona sur del reino más expuesto a las incursiones enemigas.
Alfonso falleció de muerte natural en 757 y recibió sepultura, según refieren el obispo Sebastián de Salamanca y la Primera Crónica General, en el monasterio de Santa María, cercano al municipio de Cangas de Onís. Dicho monasterio, según refirió el cronista cordobés Ambrosio de Morales, es el de Covadonga. En el mismo monasterio fue sepultada su esposa, la reina Ermesinda.
En el siglo XVI, el cronista Ambrosio de Morales describió del siguiente modo la tumba del rey Alfonso I el Católico, ubicada en la Santa Cueva de Covadonga:
«Su tumba es la que está al cabo de la Iglesia frontero del altar mayor, en una pequeña cueva. En partes está labrada. Es un lucillo de piedra lisa, con cubierta de una pieza, de cuatro pies de ancho a la cabecera y dos a los pies, como ataúd, pero cubierta llana y no tumbada. Su largo, doce pies y tres en alto.»
En el sepulcro que se supone contiene los restos del rey Alfonso I y los de su esposa, la reina Ermesinda, y que se encuentra colocado en la Santa Cueva de Covadonga, en Asturias, fue grabado el siguiente epitafio:
AQVI YAZE EL CATOLICO Y SANTO REI DON ALONSO EL PRIMERO I SV MVJER DOÑA ERMENISINDA ERMANA DE DON FAVILA A QVIEN SVCEDIO. GANO ESTE REY MVCHAS VITORIAS À LOS MOROS. FALLECIO EN CANGAS AÑO DE 757.
De su matrimonio con Ermesinda, hija de don Pelayo nacieron los siguientes hijos:
Fruela (722-768) que sucedió a su padre como Fruela I de Asturias.
Vimarano (m. 765), asesinado por su hermano Fruela.
Adosinda, esposa del rey Silo de Asturias.
Fuera de matrimonio, tuvo un hijo con una esclava musulmana llamada Sisalda:
Mauregato (m. 789), rey de Asturias.
 Predecesor: Favila de Asturias
Sucesor: Fruela I .
Nombre secular: Alfonso.
Coronación: 739
Nacimiento: 693 en Cantabria
Fallecimiento: 757 (64 años) en Cangas de Onís, Cruz de Asturias.svg Asturias
Entierro: Santa Cueva de Covadonga.
Predecesor: Favila de Asturias .
Sucesor: Fruela I de Asturias.
Casa real: Dinastía Astur-Leonesa.
Padre: Pedro de Cantabria .

Consorte: Ermesinda

Citas Célebres:
“Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan.” 
“Si todos tirásemos en la misma dirección, el mundo volcaría.”
“Reza, pero no dejes de remar hacia la orilla.”
“La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos; la más fácil es hablar mal de los demás.” 
“Las decepciones no matan, y las esperanzas hacen vivir.” 
“Aprendí a considerar más el aspecto brillante de mi situación que lo que me faltaba, y este recurso, a veces, me proporcionó tan inefable consuelo, que apenas puedo expresarlo.” 
“En el país de los ciegos, el tuerto es rey.”
“De fuera vendrá quien de casa te echará.”
“Cada paso que da el zorro le acerca más a la peletería.”
“La perfección del que imparte órdenes es ser pacífico; del que combate, carecer de cólera; del que quiere vencer, no luchar; del que se sirve de los hombres, ponerse por debajo de ellos.” 
“Creo que las mujeres sostienen el mundo en vilo, para que no se desbarate mientras los hombres tratan de empujar la historia. Al final, uno se pregunta cuál de las dos cosas será la menos sensata.” 
“Dame pan y llámame tonto.”
“El que se pierde es el que encuentra las nuevas sendas.” 
“La gente que escribe libros, rara vez son intelectuales. Los intelectuales son gente que hablan sobre los libros que han escrito otros.” 
“Mantén tu rostro hacia la luz del sol y no verás la sombra.” 

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