miércoles, 24 de junio de 2015

Alfonso II de Asturias

Alfonso II de Asturias (c. 760–842), apodado el Casto fue rey de Asturias en dos periodos distintos: primero, en el año 783, y posteriormente, entre los años 791 y 842, en que falleció.
Durante su reinado, que abarcó un periodo de cincuenta y un años, se consideró descubierta en Compostela la mítica tumba del Apóstol Santiago.
Era hijo de Fruela I y Munia. Nació en Oviedo hacia el año 760. Al morir su padre quedó al cargo de su tía Adosinda, esposa del rey Silo; aunque hay una tradición que dice que fue llevado al monasterio de Samos, en Galicia. Durante el reinado de Silo desempeñó el gobierno del Palacio. A la muerte de éste es elegido rey gracias al apoyo de su tía Adosinda y de los magnates de la corte, pero su tío Mauregato organizó una fuerte oposición y consiguió deponer a Alfonso, que buscó refugio en Álava entre sus parientes maternos.
Cuando Bermudo I renuncia al trono debido a su derrota en la batalla de Burbia, Alfonso regresa a Asturias y es proclamado rey el 14 de septiembre de 791. Traslada la capital del reino a Oviedo, y, a pesar de los saqueos de esta ciudad en 794 y 795 o la derrota de las Babias (18 de septiembre de 795), comienza la Reconquista
Se sabe que mantuvo contactos con el emperador Carlomagno, pues hay constancia de que tres delegaciones de la Gallaecia viajaron a la corte de los francos en los años 796, 797 y 798, aunque se desconocen los asuntos de los que trataron. Por una parte, se piensa que pudo ser para mantener la integridad de su reino frente a los ataques de los hermanos musulmanes Ibn-Mugait en el oriente de Asturias. Por otra, se cree que pudieron tener relación con la herejía adopcionista contra la que Carlomagno combatía activamente.
Saqueó Lisboa en 798 aprovechando disensiones en el gobierno de Córdoba y venció a los musulmanes en Lutos (794), Narón y en Anceo (825). También combatió en el río Orón (816), enfrentamiento que quedó en tablas. Gracias a las victorias sobre los musulmanes, afianza su presencia en Galicia, León y Castilla, que reorganizará políticamente.
Fijó su corte en Oviedo, en donde construyó varias iglesias y un palacio. En la actualidad sólo quedan restos de la iglesia de San Tirso. En las afueras de los límites del Oviedo de su época levantó la iglesia de Santullano.
La situación interna del reinado de Alfonso II tuvo un momento de gravedad entre los años 801 y 808, cuando el rey fue obligado a retirarse al monasterio de Ablaña ante la presión de un grupo nobiliario. Recuperó el trono gracias al noble Teudano, poniendo en marcha desde ese momento una importante labor de reorganización del reino, vinculándose a la herencia visigoda para reforzar el poder real. El autor anónimo de la Crónica Albeldense manifiesta que Alfonso restauró en Oviedo "todo el orden gótico toledano, tanto en la Iglesia como en Palacio".
La Crónica Sebastianense dice de él que murió en 842 «tras haber llevado por 52 años casta, sobria, inmaculada, piadosa y gloriosamente el gobierno del reino».
La tradición afirma que bajo su reinado se produjo el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago por un ermitaño en Compostela (814), hecho que convirtió a este lugar en uno de los más importantes centros de peregrinación de toda la cristiandad.
Sepultura.
Después de su defunción, el cadáver del rey Alfonso II recibió sepultura en el Panteón de reyes de la iglesia de Ntra. Sra. del Rey Casto de Oviedo, que el monarca había ordenado erigir, y en el que también fue sepultada su esposa, la reina Berta, según refiere el Cronicón de Cardeña.2 Junto a la entrada al panteón real, se encontraba el sepulcro que contenía los restos del rey Alfonso II, alzado dos pies sobre el suelo, y cubierto por una tapa acofrada carente de adornos y de inscripción. Sin embargo, la tradición y el lugar preeminente que ocupaba dicha tumba señalaban, en opinión de diversos historiadores, que en ella reposaban los restos del fundador de la iglesia y del panteón real.
No obstante, debido a la reconstrucción del Panteón de reyes de la Catedral de Oviedo, llevada a cabo a comienzos del siglo XVIII, resulta imposible en la actualidad identificar e individualizar los restos mortales del rey Alfonso II el Casto, que se cuenta entre los allí sepultados.
Nupcias.
Contrajo matrimonio con Berta, emparentada según algunos historiadores con la Casa real francesa. Sin embargo, las crónicas de la época señalan que el rey Alfonso II no mantuvo relaciones íntimas con su esposa y que falleció sin dejar descendencia.
Reinado: 791–842.
Nacimiento: c. 760 en Oviedo.
Fallecimiento: 842 en Oviedo.
Entierro: Panteón de reyes de la Catedral de Oviedo.
Predecesor: Bermudo.
Sucesor: Ramiro I.
Familia:
Dinastía: Dinastía Astur-Leonesa.
Padre: Fruela I.

Madre: Munia

Citas Célebres:
“Los grandes incendios nacen de las chispas pequeñas.” 
“Un grano no hace granero, pero ayuda a su compañero.”
“No impongas a nadie lo que tu mismo no puedas soportar.” 
“Al amor, al baño y a la tumba, se debe ir desnudo.” 
“Un radical es alguien con los pies firmemente plantados en el aire.” 
“Es preciso prestarse a los otros, pero no darse sino a uno mismo.” 
“Hay velas que lo alumbran todo, menos su propio candelabro.” 
“Los hombres buenos y bellos se conquistan con gentilezas.” 
“Si no puedes avanzar una pulgada, retrocede un pie.” 
“Engarza en oro las alas del pájaro y nunca más volará al cielo.” 


“Manos blancas no ofenden.”
“La cabra siempre tira al monte.”
“Las cosas de palacio van despacio.”
“En casa del herrero, cuchillo de palo.”
“El que roba a un ladrón tiene cien años de perdón.”

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