Poesía.
Cervantes se afanó en ser poeta, aunque llegó a dudar de su
capacidad, como él mismo dijo antes de su muerte en Viaje del Parnaso:
Yo que siempre trabajo y me desvelo
por parecer que tengo
de poeta
la gracia que no
quiso darme el cielo
Se han perdido o no se han identificado casi todos los
versos que no estaban incluidos en sus novelas o en sus obras teatrales; aunque
se le suele llamar inventor de los versos de cabo roto, en realidad no fue él.
Cervantes declara haber compuesto gran número de romances, entre los cuales
estimaba especialmente uno sobre los celos. En efecto, hacia 1580 participó con
otros grandes poetas contemporáneos como Lope de Vega, Góngora o Quevedo en la
imitación de los romances antiguos que dio origen al Romancero nuevo, llamado
así frente al tradicional Romancero viejo del siglo XV, el cual era anónimo.
Inicia su obra poética con las cuatro composiciones
dedicadas a Exequias de la reina Isabel de Valois. Otros poemas fueron: A Pedro
Padilla, A la muerte de Fernando de Herrera, A la Austriada de Juan Rufo. Como
poeta sin embargo destaca en el tono cómico y satírico, y sus obras maestras
son los sonetos Un valentón de espátula y greguesco y Al túmulo del rey Felipe
II, del cual se hizo famoso los últimos versos:
Caló el chapeo, requirió la espada,
miró al soslayo, fuese, y no hubo nada.
La Epístola a Mateo Vázquez es una falsificación escrita por
el erudito decimonónico Adolfo de Castro, como asimismo lo es el folleto en
prosa El buscapié, una vindicación del Quijote escrita también por este
erudito. Asentó algunas innovaciones en la métrica, como la invención de la
estrofa denominada ovillejo y el uso del soneto con estrambote.
Viaje del Parnaso.
El único poema narrativo extenso de Cervantes es El viaje
del Parnaso (1614). Está formado por tercetos encadenados, donde el autor
critica a algunos poetas españoles, satirizando a algunos y elogiando a otros.
Escrito, como dice el propio Miguel, a imagen y semejanza del Viaggio di
Parnaso (1578) de Cesare Caporali di Perugia. Narra de forma autobiográfica en
ocho capítulos un viaje al monte Parnaso, a bordo de una galera dirigida por
Mercurio, en la que algunos poetas elogiados tratan de defenderlo frente a los
poetastros o malos poetas. Reunidos en el monte con Apolo, salen airosos de la
batalla y el protagonista regresa de nuevo a su hogar. La obra se completa con
la Adjunta al Parnaso, donde Pancracio de Roncesvalles entrega a Cervantes dos
epístolas de Apolo.
Teatro.
Dadas sus penurias económicas, el teatro fue la gran
vocación de Cervantes. Escribe que cuando era mozo «se le iban los ojos» tras
el carro de los comediantes y que asistió a las austeras representaciones de
Lope de Rueda. Sin embargo, su éxito, que lo tuvo, pues sus obras se
representaron «sin ofrenda de pepinos», como dice en el prólogo a sus Ocho
comedias y ocho entremeses nunca representados, fue efímero ante el exitazo de
la nueva fórmula dramática de Lope de Vega, más audaz y moderna que la suya,
que hizo a los empresarios desestimar las comedias cervantinas y preferir las
de su rival. El teatro de Cervantes poseía un fin moral, incluía personajes
alegóricos y procuraba someterse a las tres unidades aristotélicas de acción,
tiempo y lugar, mientras que el de Lope rompía con esas unidades y era
moralmente más desvergonzado y desenvuelto, así como mejor y más variadamente
versificado. Cervantes nunca pudo sobrellevar este fracaso y se mostró
disgustado con el nuevo teatro lopesco en la primera parte del Quijote, cuyo
carácter teatral aparece bien asentado a causa de la abundancia de diálogos y
de situaciones de tipo entremesil que entreverán la trama. Y es, en efecto, el
entremés el género dramático donde luce en todo su esplendor el genio dramático
de Cervantes, de forma que puede decirse que junto a Luis Quiñones de Benavente
y Francisco de Quevedo es Cervantes uno de los mejores autores del género, al
que aportó una mayor profundidad en los personajes, un humor inimitable y un
mayor calado y trascendencia en la temática. Que existía interconexión entre el
mundo teatral y el narrativo de Cervantes lo demuestra que, por ejemplo, el
tema del entremés de El viejo celoso aparezca en la novela ejemplar de El
celoso extremeño. Otras veces aparecen personajes sanchopancescos, como en el
entremés de la Elección de los alcaldes de Daganzo, donde el protagonista es
tan buen catador o «mojón» de vinos como Sancho. El barroco tema de la
apariencia y la realidad se muestra en El retablo de las maravillas, donde se
adapta el cuento medieval de Don Juan Manuel (que Cervantes conocía y había
leído en una edición contemporánea) del rey desnudo y se le da un contenido
social. El juez de los divorcios tocaba también biográficamente a Cervantes, y
en él se llega a la conclusión de que «más vale el peor concierto / que no el
divorcio mejor». También poseen interés los entremeses de El rufián viudo, La
cueva de Salamanca, El vizcaíno fingido y La guarda cuidadosa. Para sus
entremeses adopta Cervantes tanto la prosa como el verso y se le atribuyen
algunos otros, como el de Los habladores.
En sus piezas mayores el teatro de Cervantes ha sido
injustamente poco apreciado y representado, a excepción de la que representa el
ejemplo más acabado de imitación de las tragedias clásicas: El cerco de
Numancia, también titulada La destrucción de Numancia, donde se escenifica el
tema patriótico del sacrificio colectivo ante el asedio del general Escipión y
donde el hambre toma la forma de sufrimiento existencial, añadiéndose figuras
alegóricas que profetizan un futuro glorioso para España. Se trata de una obra
donde la Providencia parece tener el mismo cometido que tenía para el Eneas
escapado de la Troya incendiada en Virgilio. Parecida inspiración patriótica
poseen otras comedias, como La conquista de Jerusalén, descubierta
recientemente. Otras comedias suyas tratan el tema, que tan directamente padeció
el autor y al que incluso se hace alusión en un pasaje de su última obra, el
Persiles, del cautiverio en Argel, como Los baños de Argel, Los tratos de
Argel, La gran sultana y El gallardo español, donde se ha querido también
encontrar la denuncia de la situación de los antiguos soldados como el propio
Cervantes. De tema más novelesco son La casa de los celos y selvas de Ardenia,
El laberinto de amor, La entretenida. Carácter picaresco tienen Pedro de
Urdemalas y El rufián dichoso.
Cervantes reunió sus obras no representadas en Ocho comedias
y ocho entremeses nunca representados; además, se conservan otras obras en
manuscrito: Los tratos de Argel, El gallardo español, La gran sultana y Los
baños de Argel.
Citas Célebres:
“Una
buena conciencia vale mil espadas.”
“La democracia se basa en la convicción de que
existen posibilidades extraordinarias en el pueblo medio.”
“Es menos malo agitarse en la duda que
descansar en el error.”
“Donde la esperanza no existe, no puede
existir el esfuerzo.”
“El optimismo es un elemento vigorosamente
constructivo, cuya influencia en el individuo equivale a la del sol en la
vegetación.”
“A una colectividad se le engaña siempre mejor
que a un hombre.”
“Un optimista es un fulano que cree que lo que
va a pasar tardará en pasar.”
“La libertad es un aire habitual, sin perfumes
exóticos, que se respira junto con el oxígeno sin pensarlo, pero conscientes de
que existe.”
“El sabio no dice todo lo que piensa, pero
siempre piensa todo lo que dice.”
“Si no actúas como piensas, vas a terminar
pensando como actúas.”
“Lo que se deja expresar, debe ser dicho de
forma clara; sobre lo que no se puede hablar, es mejor callar.”
“La mitad del mundo tiene algo que decir, pero
no puede; la otra mitad no tiene nada que decir, pero no calla.”
“Cuando la vida te presente razones para
llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír.”
“Amo a la humanidad, pero, para sorpresa mía,
cuanto más quiero a la humanidad en general, menos cariño me inspiran las
personas en particular.”
“La humanidad cesa de lanzar piedras contra
sus espíritus superiores tan pronto les puede levantar un monumento.”
“Las matemáticas son el alfabeto con el cual
Dios ha escrito el Universo.”
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