El Colegio de Cirugía de San Carlos fue una
institución dedicada a la enseñanza de la cirugía y la medicina fundada en
Madrid 1780 por Carlos III a instancias de Antonio Gimbernat y Arbós. Planteado
inicialmente como una institución ajena a la Universidad, terminó
convirtiéndose en la facultad de medicina de la Universidad de Madrid.
Denominaciones.
Su denominación (en honor del santo del nombre
del rey) fue sucesivamente Real Colegio de Cirugía de San Carlos (hasta el 12
de marzo de 1799), Real Colegio de Cirugía y Medicina de San Carlos o Real
Colegio de San Carlos para la Facultad Reunida (hasta el 20 de marzo de 1801),
Real Colegio de Cirugía Médica de San Carlos (hasta marzo de 1820), Colegio Nacional
de Cirugía de San Carlos (hasta el 11 de julio de 1821), Escuela Especial de la
Ciencia del Curar (hasta 1823, cuando se vuelve a la denominación Real Colegio
de Cirugía Médica de San Carlos) y Colegio Nacional de Medicina y Cirugía de
San Carlos (desde 1842).1 Desde 1843 se denominó Facultad de Ciencias Médicas
(agrupando cirugía, medicina y farmacia), y desde 1845, con la separación de
farmacia a su propia facultad, pasó a denominarse Facultad de Medicina de San
Carlos.
Historia.
Desde el siglo XVIII se tenía la intención de
levantar un edificio aprovechando la antigua fábrica del Hospital de la Pasión
de la calle de Atocha, idea que se mantuvo viva durante varios años. Pero el
proyecto nació con tantas servidumbres que su construcción se retrasaría hasta
el siglo XIX. De una parte, había que desalojar a las mujeres y trasladarlas al
ala correspondiente en el Hospital General; de la otra, se quería que la nueva
institución fuera independiente de la Junta de Hospitales y del Tribunal del
Protomedicato, lo que iba a procurarle tenaces enemigos y penurias
insuperables.
Los dos edificios proyectados convertían el
lugar en un polo de renovación urbana que, sin embargo, no alteraba la
tradicional función asistencial y sanitaria del eje Atocha-Antón Martín, una
zona urbana especializada en instituciones médicas en la que se encontraban el
Hospital de San Juan de Dios para enfermedades contagiosas -plaza de Antón
Martín-, el Hospital de Monserrat o de Aragón -calle Amor de Dios-, el Hospital
de Convalecientes -calle de San Eugenio-, el Hospital de los Desamparados del
Carmen -costanilla de los Desamparados-, el Hospital de la Pasión -calles de
Santa Inés, Santa Isabel y Callejón del Niño Perdido- y finalmente el Hospital
General en el extremo sur, la actual glorieta de Atocha.
Proyecto.
El proyecto tenía como precedentes los Reales
Colegios de Cirugía de Cádiz (1748) y de Barcelona (1760), dos hitos en el
proceso de renovación en la España de la Ilustración. Ambas eran fundaciones
militares, la primera vinculada a la marina y, la segunda, al ejército, ejes de
la construcción del absolutismo borbónico desde la Guerra de Sucesión Española
(1715). La guerra había hecho evidente la necesidad de una suerte nueva de
profesionales con habilidades quirúrgicas.
Hasta entonces la cirugía era un saber menor,
más práctico que teórico, impropio para una hidalguía que menospreciaba el
trabajo manual. Por su parte, las universidades, todavía dominadas por las
órdenes religiosas, no proporcionaban los profesionales que la sociedad requería.
En pocos años, los cirujanos le darán la vuelta a la situación y serán ellos
quienes ocuparán los mejores puestos, incluso la denominación de catedráticos y
el otorgamiento de títulos y licencias profesionales. Para el Colegio de
Cirugía de Madrid lo que se proyectó fue un colegio civil y no religioso como
los tradicionales colegios universitarios, con el propósito de abrir una fisura
profunda en todo el sistema educativo médico español. La iniciativa implicaba
darle la espalda a la Universidad, y de paso convertir la capital en el centro
de una nueva mentalidad sanitaria.
Aunque no se construyera el edificio, el
Colegio iniciaría provisionalmente sus actividades el 1 de octubre de 1787,
bajo la dirección del ilustre anatomista y cirujano Antonio Gimbernat y Arbós,
habilitando una parte de los sótanos del Hospital General. Esta institución ya
venía acogiendo lo mejor de la medicina española de la Ilustración, y en sus
dependencias convivían dos instituciones docentes de alto nivel: La primera
surgió en 1755 a partir de una propuesta del Dr. Bernardo López de Araujo,
quién solicitó el establecimiento de dos cátedras: Anatomía y Medicina
Teórico-Práctica. También se dotaría otra de Demostración Práctica de Anatomía
en 1761. El segundo proyecto se aprobó en 1774 y desembocaría en el Colegio de
San Carlos. Ambas instituciones compartieron edificio y ansias renovadoras,
pero no dejaron de pugnar hasta su unificación. La dificultad para aunar
esfuerzos se puede explicar por la resistencia que tuvieron aquellos
profesionales para fundir en un único proyecto educativo y sanitario dos
saberes con tradiciones tan distintas como la medicina y la cirugía.
Citas Célebres:
“La soledad
es el imperio de la conciencia.”
“Te pintaré
en un cantar la rueda de la existencia: pecar, hacer penitencia y luego vuelta
a empezar.” .
“Del dicho
al hecho hay un trecho.”
"El
amor tiene razones, que la razón no entendería jamás."
“A los
amigos, como a los dientes, los vamos perdiendo con los años, no siempre sin
dolor.”
“La lectura
es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo.”
“La ocasión
hay que crearla, no esperar a que llegue.”
“Lo peor que
hacen los malos es hacernos dudar de los buenos.”
"Llegará
un día que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza."
“El que
vence al furor vence a los enemigos.”
“La
dificultad es una excusa que la historia nunca acepta.”
“Los
románticos son seres que mueren de deseos de vida.”
“La belleza
es señal de buenas y dulces costumbres, como la hermosa flor es señal de un
fruto bueno y bello.”
“La
perfección solamente se adquiere gradualmente. Requiere más que nada la mano
del tiempo.”
“El odio
como el amor se apagan en la tumba. Sólo una cosa permanece invariable en la
vida, como después de la muerte: nuestro destino.”