miércoles, 5 de agosto de 2015

Estatua CARLOS III (Jardín Botánico)

Rey de Nápoles y Sicilia.
Durante su reinado en Nápoles y Sicilia (Carlos VII, Carlo VII en italiano, o simplemente Carlo di Borbone, que es como se le suele llamar allí), intentó reformar y modernizar el reino, unificándolo, conquistando el afecto de los ciudadanos junto con su esposa María Amalia de Sajonia.
Carlos contrajo matrimonio en 1738 con María Amalia Walburga de Sajonia, de 14 años. Ella era una princesa polaca de familia rica y fecunda, y su matrimonio tuvo un interés político, sin embargo fue también bien avenido. Se casaron por poderes en el Palacio de Dresde, en Sajonia, el 9 de mayo de 1738 y la boda se celebró en Nápoles el 9 de junio de ese año.
Intentó dotar a la capital, Nápoles, del aspecto que debía tener una Corte. Hizo hincapié en mejorar las edificaciones públicas, como el Hospicio, y trató de adaptar el palacio virreinal de acuerdo con la moda que imperaba desde la construcción de Versalles. También hizo construir complejos palaciegos en otros lugares del reino, como el Palacio Real de Caserta, uno de los mayores palacios reales del mundo. Otra de sus aportaciones fue el Teatro de San Carlos, para las representaciones de ópera.
Sus años como rey de las Dos Sicilias le dieron una experiencia muy valiosa como rey de España. Los barones y la Iglesia acaparaban más del 50% de las tierras, y en el caso de los primeros tenían además jurisdicción sobre las mismas, por lo que impedían el acceso de sus vasallos a los tribunales. El rey limitó su influencia política, dejando clara la supremacía de la Corona, pero su poder económico siguió intacto. El 3 de julio de 1738, en ocasión de su matrimonio, fundó la Insigne y Real Orden de San Jenaro, de la cual fue su primer gran maestre.
En 1740, uno de sus consejeros, el duque de Salas, permitió a los judíos retornar al reino, de donde habían sido expulsados por Carlos V, con la finalidad de impulsar la actividad económica. El pueblo y la Iglesia se opusieron y Salas fue destituido, derogándose el permiso. Poco después, el arzobispo Spinelli intentó introducir la Inquisición, pero el pueblo se opuso también a esta medida y hubo de desistir.
También durante estos años encontró el monarca a algunos de los hombres que más influirían en su vida, como Bernardo Tanucci, jurista al que nombró Ministro de Justicia primero y de Asuntos Exteriores después, y que quedó como miembro del Consejo de Regencia cuando Carlos III heredó el trono español.
Destaca el hecho de haber sido quien ordenó comenzar la excavación sistemática de las poblaciones sepultadas por la erupción del Vesubio del año 79: Pompeya, Herculano, Oplontis y las Villas Stabianas. No sólo eso, sino que en 1752, al ordenar construir una carretera hacia el sur (precursora de la actual Statale 18), salieron a la luz los restos de la ciudad de Paestum, que llevaban años cubiertos por la maleza (parte del anfiteatro yace precisamente bajo dicha carretera). Fue un hallazgo especialmente importante, porque allí se hallaban tres templos griegos en muy buen estado de conservación. Se encargaron de su estudio Felice Gazzola (un culto aristócrata y militar de confianza de Carlos, al que servía desde su época de duque de Parma) y Francesco Sabatini.

La muerte sin descendencia de su medio hermano Fernando VI de España, hizo recaer en Carlos la Corona de España, que pasó a ocupar en 1759, dejando con gran tristeza, tanto de los reyes como del pueblo, la corona del Reino de Nápoles y Sicilia a su tercer hijo, Fernando.

Citas Célebres:
“Soy optimista. No parece muy útil ser otra cosa.” 
“Es mejor acostarse sin cenar que levantarse con deudas.” 
"Solo lo absoluto merece el acompañamiento de la eternidad." 
“Todo concluye, pero nada perece.” 
“A veces la vida te va a pegar en la cabeza con un ladrillo. Pero no pierdas la fe.” 
“Toma consejo del hombre sabio y de buena conciencia; y apetece más ser enseñado de otro mejor que seguir tu parecer.” 
“Cuanto mayor es la prosperidad tanto menor se debe confiar en ella.” 
“En cualquier contienda entre el poder y la paciencia, hay que apostar por la paciencia.” 
“Si antes de besar a la persona amada habéis contemplado las estrellas, no la besaréis de la misma manera que si sólo habéis mirado las paredes de vuestra habitación.” 
“Cada vez que un hombre defiende un ideal, actúa para mejorar la suerte de otros, o lucha contra una injusticia, transmite una onda diminuta de esperanza.”
“Abandónate al destino y adáptate a las circunstancias, pues lo que está escrito no se borra porque tú quieras.” 
“El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, si puedes simular eso, lo has conseguido.” 
“No dejes lo ganado por lo que has de ganar.” 
“Es lícito repeler la fuerza con la fuerza.” 
“Quien se propone ser caritativo después de muerto es, mirándolo bien, generoso con los bienes de los demás, no con los propios.” 

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