Rey de Nápoles y Sicilia.
Durante su reinado en Nápoles y Sicilia
(Carlos VII, Carlo VII en italiano, o simplemente Carlo di Borbone, que es como
se le suele llamar allí), intentó reformar y modernizar el reino, unificándolo,
conquistando el afecto de los ciudadanos junto con su esposa María Amalia de
Sajonia.
Carlos contrajo matrimonio en 1738 con María Amalia
Walburga de Sajonia, de 14 años. Ella era una princesa polaca de familia rica y
fecunda, y su matrimonio tuvo un interés político, sin embargo fue también bien
avenido. Se casaron por poderes en el Palacio de Dresde, en Sajonia, el 9 de
mayo de 1738 y la boda se celebró en Nápoles el 9 de junio de ese año.
Intentó dotar a la capital, Nápoles, del
aspecto que debía tener una Corte. Hizo hincapié en mejorar las edificaciones
públicas, como el Hospicio, y trató de adaptar el palacio virreinal de acuerdo
con la moda que imperaba desde la construcción de Versalles. También hizo
construir complejos palaciegos en otros lugares del reino, como el Palacio Real
de Caserta, uno de los mayores palacios reales del mundo. Otra de sus
aportaciones fue el Teatro de San Carlos, para las representaciones de ópera.
Sus años como rey de las Dos Sicilias le
dieron una experiencia muy valiosa como rey de España. Los barones y la Iglesia
acaparaban más del 50% de las tierras, y en el caso de los primeros tenían
además jurisdicción sobre las mismas, por lo que impedían el acceso de sus
vasallos a los tribunales. El rey limitó su influencia política, dejando clara
la supremacía de la Corona, pero su poder económico siguió intacto. El 3 de
julio de 1738, en ocasión de su matrimonio, fundó la Insigne y Real Orden de
San Jenaro, de la cual fue su primer gran maestre.
En 1740, uno de sus consejeros, el duque de
Salas, permitió a los judíos retornar al reino, de donde habían sido expulsados
por Carlos V, con la finalidad de impulsar la actividad económica. El pueblo y
la Iglesia se opusieron y Salas fue destituido, derogándose el permiso. Poco
después, el arzobispo Spinelli intentó introducir la Inquisición, pero el
pueblo se opuso también a esta medida y hubo de desistir.
También durante estos años encontró el monarca
a algunos de los hombres que más influirían en su vida, como Bernardo Tanucci,
jurista al que nombró Ministro de Justicia primero y de Asuntos Exteriores
después, y que quedó como miembro del Consejo de Regencia cuando Carlos III
heredó el trono español.
Destaca el hecho de haber sido quien ordenó
comenzar la excavación sistemática de las poblaciones sepultadas por la
erupción del Vesubio del año 79: Pompeya, Herculano, Oplontis y las Villas
Stabianas. No sólo eso, sino que en 1752, al ordenar construir una carretera
hacia el sur (precursora de la actual Statale 18), salieron a la luz los restos
de la ciudad de Paestum, que llevaban años cubiertos por la maleza (parte del
anfiteatro yace precisamente bajo dicha carretera). Fue un hallazgo
especialmente importante, porque allí se hallaban tres templos griegos en muy
buen estado de conservación. Se encargaron de su estudio Felice Gazzola (un
culto aristócrata y militar de confianza de Carlos, al que servía desde su
época de duque de Parma) y Francesco Sabatini.
La muerte sin descendencia de su medio hermano
Fernando VI de España, hizo recaer en Carlos la Corona de España, que pasó a
ocupar en 1759, dejando con gran tristeza, tanto de los reyes como del pueblo,
la corona del Reino de Nápoles y Sicilia a su tercer hijo, Fernando.
Citas Célebres:
“Soy optimista. No parece muy útil ser otra
cosa.”
“Es mejor acostarse sin cenar que levantarse
con deudas.”
"Solo lo absoluto merece el
acompañamiento de la eternidad."
“Todo concluye, pero nada perece.”
“A veces la vida te va a pegar en la cabeza
con un ladrillo. Pero no pierdas la fe.”
“Toma consejo del hombre sabio y de buena
conciencia; y apetece más ser enseñado de otro mejor que seguir tu parecer.”
“Cuanto mayor es la prosperidad tanto menor se
debe confiar en ella.”
“En cualquier contienda entre el poder y la
paciencia, hay que apostar por la paciencia.”
“Si antes de besar a la persona amada habéis
contemplado las estrellas, no la besaréis de la misma manera que si sólo habéis
mirado las paredes de vuestra habitación.”
“Cada vez que un hombre defiende un ideal,
actúa para mejorar la suerte de otros, o lucha contra una injusticia, transmite
una onda diminuta de esperanza.”
“Abandónate al destino y adáptate a las
circunstancias, pues lo que está escrito no se borra porque tú quieras.”
“El secreto de la vida es la honestidad y el
juego limpio, si puedes simular eso, lo has conseguido.”
“No dejes lo ganado por lo que has de ganar.”
“Es lícito repeler la fuerza con la fuerza.”
“Quien se propone ser caritativo después de
muerto es, mirándolo bien, generoso con los bienes de los demás, no con los
propios.”
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