domingo, 9 de agosto de 2015

ESTATUA CARLOS III (Jadrín Botánico - Madrid)

La sociedad.
La nobleza
Descendió en número, debido a la desaparición de los hidalgos en los censos por las medidas restrictivas hacia este grupo por el Rey. Representaba el 4% del total de la población. Su poder económico se acrecentó gracias a los matrimonios entre familias de la alta nobleza, que propiciaron una progresiva acumulación de bienes patrimoniales. Mediante un decreto en 1783, el Rey aprobó el trabajo manual y lo reconoció, favoreciendo a los nobles. A partir de ese momento, los nobles podían trabajar, cosa que antes no podían hacer, únicamente podían vivir de sus riquezas. Los títulos nobiliarios aumentaron con las concesiones hechas por Felipe V y Carlos III. Se crearon la Orden Militar de Carlos III, las Reales Maestranzas con estatutos nobiliarios y el Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid. En contrapartida se pusieron numerosas restricciones a los mayorazgos y a los señoríos, aunque nunca llegaron a desaparecer durante el reinado.
El clero
La Iglesia poseía cuantiosas riquezas. Siendo el clero un 2% de la población, según el Catastro de Ensenada era propietaria de la séptima parte de las tierras de labor de Castilla y de la décima parte del ganado lanar. A los bienes inmuebles se añadían el cobro de los diezmos, a los que se descontaban las tercias reales, y otro ingresos como rentas hipotecarias o alquileres. La diócesis más rica era la de Toledo, con una renta anual de 3.500.000 reales.
El estado llano
Era el grupo más numeroso. En él se encontraban los campesinos que gozaban de cierta estabilidad económica. Los jornaleros sufrían situaciones de miseria. De acuerdo con el Catastro de Ensenada, los artesanos representaban el 15% del total de los asalariados y tenían mejores retribuciones que los campesinos. La burguesía comenzó a despuntar tímidamente en España. Localizada en la periferia peninsular, se identificó con los propósitos reformistas y los ideales ilustrados del siglo. Fue especialmente importante en Cádiz, por su vinculación al comercio americano, Barcelona y Madrid.
Los gitanos
Desde el fracaso de la Gran Redada de 1749 los gitanos estaban sujetos a una situación muy problemática, que se pretendió resolver con una serie de iniciativas legislativas desde 1763, finalmente sustanciadas en la Real Pragmática de 19 de septiembre de 1783, con propósitos claramente asimiladores y de carácter utilitarista, tras dicha pragmática, se deja de considerar su origen o naturaleza diferenciada o inferior (raíz infecta); se prohíbe el uso de la denominaciones gitano o castellano nuevo (tenidas por injuriosas); se concede libertad de residencia (excepto en la Corte y Reales Sitios por ahora) y se permiten nuevos modos para ganarse la vida, incluyendo la admisión en gremios, pero se prohíben oficios como poseer tabernas o esquilar caballos, de vital importancia para el pueblo gitano; también se prohíben sus vestiduras tradicionales y su gerigonza (su idioma diferenciador, el caló) y una vez más se establece la obligación de asentarse, abandonando el nomadismo; todo ello bajo graves penas a los desobedientes, que serían considerados vagos y sujetos a las penas correspondientes sin distinción de los demás vasallos (se les aplica el código penal general).

Aquellos casos en los que un individuo se negase a acatar las leyes en cuanto a residencia, lengua, oficios, vestimenta y demás, la primera vez que fuese detenido sería marcado con un hierro candente en la espalda (en sustitución de las penas anteriormente previstas: la muerte o cortar las orejas), en caso de ser detenido una segunda vez serían condenados a la pena capital,8 dicha ley no se aplicaba a los menores de diecieseis años, que serían separados de sus familias y educados por las Juntas o Diputaciones de caridad.
Matrimonio e hijos.
Contrajo matrimonio en 1737 con María Amalia de Sajonia (1724–1760), hija de Federico Augusto II. Tuvieron trece hijos, pero sólo siete llegaron a adultos:
-        María Isabel Antonia, infanta de España (6 de septiembre de 1740 - 31 de octubre de 1742) Murió en la infancia.
-        María Josefa Antonia, infanta de España (20 de enero de 1742 - 3 de abril de 1742). Murió en la infancia.
-        María Isabel Ana, infanta de España (30 de abril de 1743 - 5 de marzo de 1749). Murió en la infancia.
-        María Josefa Carmela, infanta de España (6 de julio de 1744 - 8 de diciembre de 1801). Figura importante en el cuadro de Goya, La familia de Carlos IV. Murió sin descendencia.
-        María Luisa, infanta de España (13 de junio de 1745 - 15 de mayo de 1792). Casada con Leopoldo II de Austria, Sacro Emperador Romano Germánico; con descendencia.
-        Felipe Antonio, infante de España y duque de Calabria (13 de julio de 1747 - 6 de diciembre de 1777). Fue excluido de la sucesión al trono de España y al de Nápoles debido a su condición de deficiente mental.
-        Carlos IV, rey de España (11 de noviembre de 1748 - 19 de enero de 1819). Casado con María Luisa de Borbón-Parma, Princesa de Parma; con descendencia.
-        María Teresa Antonia, infanta de España (2 de diciembre de 1749 - 2 de marzo de 1750). Murió en la infancia.
-        Fernando I, rey de las Dos Sicilias (12 de enero de 1751 - 4 de enero de 1825). Casado con María Carolina de Habsburgo, Archiduquesa de Austria; con descendencia.
-        Gabriel, infante de España (11 de mayo de 1752 - 23 de noviembre de 1788). Casado con Mariana Victoria de Braganza, infanta de Portugal; aunque murió joven (antes que su padre, lo que fue devastador para Carlos III que falleció poco después) de viruela como su mujer; le sobrevivió solo un hijo.
-        María Antonieta, infanta de España (3 de julio de 1754 - 11 de mayo de 1755). Murió en la infancia.
-        Antonio Pascual, infante de España (31 de diciembre de 1755 - 20 de abril de 1817). Casado con María Amalia de Borbón, infanta de España; sin descendencia.
-        Francisco Javier, infante de España (15 de febrero de 1757 - 10 de abril de 1771). Murió sin descendencia.

Citas Célebres:
 “Ni el pasado existe ni el futuro. Todo es presente".
"El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura". "Una idea es verdad cuando aún no se ha impuesto".  "La llave del éxito es el conocimiento del valor de las cosas". "De dos males, elige el menor".  "Donde una vez estuvo el límite de la ciencia ahora está el centro".
"A nadie le acontece cosa alguna que no sea,  por naturaleza, capaz de soportar".  "Los mundos nuevos deben ser vividos antes de ser explicados".   "Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano".  "En vano se echa la red ante los ojos de los que tienen alas".  "La fortuna juega en favor de una mente preparada". "Todas las cosas buenas que existen son el fruto de la originalidad".   "Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en él". "Nunca pienso en el futuro. Llega enseguida". "Somos engañados por la apariencia de la verdad". "El tiempo es una imagen móvil de la eternidad". 

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