El Templo de Debod es un conjunto edilicio del
antiguo Egipto localizado actualmente en Madrid (España). Está situado al oeste
de la Plaza de España, junto al Paseo del Pintor Rosales (Parque del Oeste), en
un alto donde se encontraba el Cuartel de la Montaña (en el que se produjo un
sangriento episodio de la Guerra Civil Española). Al ser trasladado a España,
se situó de manera que conservase aproximadamente la misma orientación que en
su lugar de origen, de este a oeste.
El Templo de Debod fue un regalo de Egipto a
España (año 1968), en compensación por la ayuda española, tras el llamamiento
internacional realizado por la Unesco para salvar los templos de Nubia,
principalmente el de Abu Simbel, en peligro de desaparición debido a la construcción
de la presa de Asuán. Egipto donó cuatro de los templos salvados a distintas
naciones colaboradoras: Dendur a los Estados Unidos (se encuentra actualmente
en el Metropolitan Museum de Nueva York), Ellesiya a Italia (Museo Egipcio de
Turín),1 Taffa a Holanda (Rijksmuseum van Oudheden de Leiden)2 y Debod a
España.
Tiene una antigüedad de unos 2.200 años. Su
núcleo más antiguo fue quizás erigido bajo el faraón Ptolomeo IV Filópator, y
decorado posteriormente por el rey nubio Adikhalamani de Meroe hacia 200-180 a.
C., siendo dedicado a Amón de Debod ("Amani", en idioma kushita) e
Isis (hay investigadores que piensan que su erección fue obra de Adikhalamani,
interviniendo posteriormente Ptolomeo IV en él). Posee importantes añadidos de
época ptolemaica y romano-imperial (del siglo I a. C. al II d. C.).
El templo de Debod se encontraba situado en la
pequeña localidad que llevaba este nombre (Debod), en las orillas del río Nilo,
próximo a la primera catarata, en la Baja Nubia, «país del oro», al sur de
Egipto, muy cerca del lugar donde el Nilo corta al Trópico de Cáncer. Un poco
más al norte, en la isla de Filé, se encontraba el gran santuario de la diosa
Isis. El templo de Debod formaba indirectamente parte de ese santuario, aunque
su culto estaba dedicado al dios Amón de Debod. Teológicamente ligado a Filé
desde el siglo I a. C., tendrá también una especial vinculación con otros
templos de la zona. Esta región, fronteriza con el reino de Meroe, fue objeto
de disputa entre los gobernantes egipcios y meroitas hasta el siglo I a. C.,
cuando el emperador romano Augusto estableció definitivamente la frontera.
En el asentamiento que se conoce como Debod,
los restos más antiguos se remontan al Imperio Medio. Ciertas evidencias
apuntan a la existencia de un pequeño lugar sagrado en la zona, probablemente
una capilla, fechada en el Imperio Medio. Por desgracia se desconoce a qué
divinidad se rendía culto. Se ha especulado con Jnum y Satis, que son dioses de
la Primera Catarata. El lugar era periódicamente visitado por expediciones
regias encargadas de la explotación mineral en los uadis cercanos. De esta fase
apenas han quedado restos arqueológicos.
Durante la época ramésida se produce la egiptización
de Kush (Nubia). Es entonces cuando se erige en Debod el primer edificio en
piedra del que se tiene constancia, consagrado por Sethi II. De nuevo
desconocemos a qué divinidad estaba consagrado, pero de la necrópolis
colindante a este pequeño templo parece proceder una estela que menciona por
primera vez a «Amón de Debod». Algunos bloques de dicho edículo ramésida se
reutilizaron en el templo grecorromano.
Citas Célebres:
“Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan
importante.”
"El secreto de la sabiduría, del poder y del
conocimiento es la humildad.”
"Puedo aceptar el fracaso, pero no acepto no
intentarlo.”
“Sin la amistad, el mundo es un desierto.”
“Nada cambiaría mientras el poder siguiera en manos de una
minoría privilegiada.”
“Debemos amar, no importa a quién, no importa cómo, mientras
se ame.”
"Si perro y gato pueden estar juntos, ¿Por qué no
podemos amarnos entre todos?.”
“Hay reproches que alaban, y alabanzas que reprochan.”
“Uno no siempre hace lo que quiere, pero tiene el derecho de
no hacer lo que no quiere.”
"Hay momentos en la vida de todo político, en que lo
mejor que puede hacer es no despegar los labios.”
“El signo más cierto de la sabiduría es la serenidad constante.”
"Hacer el bien a tu enemigo puede ser obra de justicia
y no es arduo; amarlo, tarea de ángeles y no de hombres.”
“La democracia es una creencia patética en la sabiduría
colectiva de la ignorancia individual.” Henry-
“Tenemos que vivir, no importa cuántos cielos hayan caído.”
"La felicidad que se vive deriva del amor que se da, y
más tarde ese amor será la felicidad de uno mismo.”
“Todos quieren ser amos y ninguno el dueño de sí mismo.”
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