Siglo XX.
El siglo XX empezó para la Biblioteca con la
aprobación del “Reglamento de las bibliotecas públicas del Estado” por el Real
Decreto del 18 de octubre de 1901. Mediante esta ley, que derogó a la anterior
de 1857, la Biblioteca Nacional pasó a ser la cabecera de las bibliotecas
españolas.
Durante este tiempo fue director de la
Biblioteca Nacional el erudito español Marcelino Menéndez Pelayo, el cual
promovió la creación de catálogos especializados, como lo fueron el Catálogo de
los Manuscritos árabes existentes en la Biblioteca Nacional de Madrid
(Francisco Guillén Robles 1899), en 1901 el Catálogo de los retratos de
personajes españoles de 1901 y en 1906 el Catálogo de la colección de dibujos
originales de la Biblioteca Nacional, ambos de Ángel M. Barcia. También se le
dio un impulso nuevo a la Revista de Archivos, Bibliotecas, y Museos, que fue
un instrumento importante para el desarrollo del campo de la Biblioteconomía en
España.
En 1930, el Ministro de Instrucción Pública y
Bellas Artes, Elías Tormo, crea el Patronato de la Biblioteca Nacional, órgano
que se ocupará de elegir a Miguel Artigas como director de la Biblioteca.
Durante la Segunda República Española, Artigas y el Patronato lanzan un proceso
de restauración y ampliación del edificio y de reformas de los servicios
bibliotecarios. Entre estas, destaca la reorganización del Salón de Lectura, la
creación de la Sala General, abierta al público e inaugurada por el Presidente
Alcalá Zamora, y la ampliación de los horarios.
Durante la Guerra Civil Española, la
Biblioteca Nacional cerró sus puertas y sus fondos más preciosos fueron
evacuados a las Torres de Serranos, en Valencia. Para salvar de la destrucción
los fondos de centros religiosos, palacios o casas particulares, se trasladaron
a la Biblioteca alrededor de 500 000 volúmenes a través de la Junta de
Incautación y Protección del Tesoro Artístico. Muchos de estos fondos provenían
de prestigiosas bibliotecas privadas y algunos no pudieron ser devueltos
después de la guerra. El edificio de la Biblioteca Nacional también fue víctima
de varios bombardeos durante la guerra, aunque no causaron daño a los fondos
que se albergaban dentro.
Después de la guerra, se eligió nuevamente
como Director a Miguel Artigas y en 1939 se introduce el sistema decimal para
la catalogación de fondos en las bibliotecas públicas españolas. En los años
posteriores a la guerra, se celebran varias exposiciones destacadas, entre
ellas dos dedicadas a Miguel de Cervantes y otra bajo el título Un milenio del
libro español en 1952. En 1953 se inaugura la nueva sede del Archivo Histórico
Nacional, que antes compartía edificio con la Biblioteca y el Museo Arqueológico
Nacional.
Aunque hubo varias reformas de la organización
y la gestión de la Biblioteca durante la década de 1950, la más importante fue
el Decreto Orgánico del 8 de marzo de 1957 y su correspondiente Reglamento,
publicado el 20 de diciembre del mismo año. El nuevo Reglamento reestructuró
los servicios de la Biblioteca, dispuso que el Director tuviera que ser un
miembro del Cuerpo Facultativo y redujo las funciones del Patronato. En 1957
también se promulga un nuevo Decreto de depósito legal que logra, finalmente,
que los impresores cumplan con el mismo.
A pesar de las reformas, aún había muchas
labores bibliotecarias de carácter nacional que la Biblioteca no desempeñaba.
Por ejemplo, en 1970 se creó el Instituto Bibliográfico Hispánico, que incluía
el Servicio Nacional de Información Documental y Bibliográfica, el Depósito
Legal, y la Comisión Nacional de Planificación y Coordinación Bibliográfica. La
Hemeroteca Nacional, fundada en 1941, reunía también una importante colección
de prensa española. En 1978, las colecciones de la Biblioteca albergaban
alrededor de cinco millones de piezas y tenía alrededor de 412 000 lectores
anuales.
En 1982 se llevó a cabo el primer estudio de
viabilidad para automatización de la Biblioteca, que se concretaría en la
adopción del sistema SABINA, una versión especial del software español SABINI.
Por Real Decreto, en 1985 se integran en la Biblioteca Nacional el Instituto
Bibliográfico Hispánico, la Hemeroteca Nacional, y el Centro del Tesoro
Documental y Bibliográfico. En 1985, la BNE es declarada "la institución
bibliotecaria superior del Estado y la cabecera del Sistema Español de
Bibliotecas." A finales de la década de 1980 se inician las obras para
crear un segundo depósito en Alcalá de Henares (inaugurado en el año 1993) y arranca
el sistema de automatización ARIADNA, que empieza a funcionar en 1991.
En 1991, por Real Decreto (R.D. 1581/1991 de
31 de octubre), se aprueba el Estatuto de la Biblioteca Nacional como Organismo
Autónomo, y se inicia una fase de ampliación para la Biblioteca. Se abren
nuevos servicios como el de Información Genealógica y Heráldica, Información
General, y Documentación Bibliotecaria. En 1995 se inaugura el Museo del Libro
y se continúa con el plan de automatización. En 1996 la BNE inaugura su propio
sitio web en Internet.
Citas Célebres:
“Nada vale
ser honesto si no se tiene reputación de serlo.”
“Limando se
consigue de una piedra una aguja.”
“Todo el que
no abandona la senda de la medianía no corre jamás por el camino estable.”
“El dinero
ayuda a soportar la pobreza.”
“La
uniformidad es la muerte; la diversidad es la vida.”
"Ser
culto para ser libre."
“Generalmente
ganamos la confianza de aquellos en quienes ponemos la nuestra.”
"Vive
sólo para ti si pudieres, pues sólo para ti si mueres, mueres."
“Saludable
es al enfermo la alegre cara del que le visita.”
“Nunca
emprenderíamos nada si quisiéramos asegurar por anticipado el éxito de nuestra
empresa.”
“Somos
libres: libres como las barcas perdidas en el mar.”
“En la vida
pocos sueños se hacen realidad, pues la mayoría se roncan.”
“Hay que
simpatizar siempre con la alegría de la vida. Cuanto menos se hable de las
llagas de la vida, mejor.”
“La buena
educación consiste en esconder lo bueno que pensamos de nosotros y lo malo que
pensamos de los demás.”
"Es
fácil hablar claro cuando no va a decirse toda la verdad."
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