Las Juntas de Gobierno del Ateneo de Madrid
(1835-1936): evolución histórica.
Tras el establecimiento del Ateneo se encontró
en la necesidad de dotarse de una reglamentación que encauzara su funcionamiento
institucional, en este sentido se discutió un proyecto de Estatutos del Ateneo
Científico, Artístico y Literario de Madrid durante el año 1835. En el Capítulo
2º de ese proyecto se hace mención a los oficios (cargos) del Ateneo y del modo
de proceder a su elección. Así quedó establecido que las elecciones de oficios
se llevarían a efecto en una junta general convocada en el mes de diciembre, y
los electos empezarían á ejercer sus funciones en la primera de enero próximo
(Art. 7).
Precisando la composición de la Junta, en el
Art. 8º, del mismo proyecto, se alude a ello: “el Ateneo tendrá un presidente,
dos consiliarios, dos secretarios, un archivero-bibliotecario, un contador, y
un depositario”. Excepto este último cargo que era trienal, los demás tenían
una duración anual. Todos podían ser reelegidos, pero necesitarán obtener las
dos terceras partes de votos de la junta general.
Se estableció un orden de actuación y
protocolario para ejercer las sustituciones entre los miembros de la Junta de
Gobierno (Arts. 11-12). Los consiliarios desempeñaban según su orden en las
juntas los puestos inmediatos al presidente, y ejercían las funciones de
censores para hacer guardar el orden, observar el reglamento, y dirigir la
discusión; los secretarios ocupaban el siguiente lugar para el ejercicio de sus
funciones.
Los consiliarios sustituían al presidente por
orden de su antigüedad; á falta de ellos los presidentes de sección por el
suyo, y a la de todos los anteriormente mencionados la presidencia de las
sesiones de la Junta era desempeñada el socio más antiguo.
Quedó establecido que se procediera a la
aprobación de un reglamento para especificar con mayor detalles las funciones
de cada cargo, pero de él no tenemos noticias, por el momento.
Hay que notar una excepcionalidad, entre los
años 1835 a 1839, se incluía como miembro de la Junta de Gobierno a un
Inspector que se encargó del gobierno interno y
establecimiento-acondicionamiento del edificio e instalaciones del nuevo
Ateneo, el cargo recayó en Pedro Rico y Amat, y su presencia en las Junta de
Gobierno es constante en esos años hasta que desaparece en el año 1839-40,
hasta esa fecha fue reelegido por unanimidad.
Los Estatutos de 1838 no supusieron ningún
cambio sustancial con respecto a la composición de la Junta de Gobierno que
permaneció inalterada, al ser una reimpresión que se produce en ese año de los
fundacionales de 1835.
Hay que esperar al año 1850 cuando los nuevos
Estatutos establezcan una nueva mecánica en el sistema de elección de la Junta.
El Gobierno del Ateneo mantenía un órgano
colegiado formado por el Presidente, dos Consiliarios, dos Secretarios, un
Archivero-bibliotecario, un Contador y un Depositario, que constituyen la junta
gubernativa de la corporación.
La Junta de Gobierno se elegía por mayoría
relativa, y era renovada por mitad todos los años (he aquí la novedad),
pudiendo ser reelegidos sus individuos.
Las elecciones se efectuaban en una junta
general convocada al efecto en el mes de diciembre. Los electos empezaban a
ejercer sus funciones el día primero de enero.
Por lo demás pocas variaciones resultaron con
respecto a las sustituciones entre los miembros de la Junta que seguía sin
modificación alguna.
Las funciones de cada oficio se mantenía sin
definir, al no establecerse las competencias.
Durante 26 años se mantuvieron en vigor estos
Estatutos, aunque es de suponer que con algunas leves modificaciones que se nos
escapan a nuestro conocimiento al no disponer de datos y fuentes documentales
al respecto.
Sólo podemos aportar una fecha digna de ser
recordada por especial vinculación a la institución, es la del 31 de diciembre
de 1868. En la Junta extraordinaria convocada para ese día se dispuso dedicar
un recuerdo a la memoria de las distinguidas personas que presidieron la
Sociedad, acordándose la formación de dos galerías una de los Presidentes que
hayan sido o lo sean en lo sucesivo y otra de socios ilustres. He aquí el
origen de la galería de retratos.
El Reglamento del año 1876 supuso un mayor
grado de especificación en cuanto las atribuciones de los diversos miembros de
la Junta de Gobierno, además añadía otras novedades que pasamos a desglosar.
La Junta de Gobierno o Directiva se componía
de un Presidente, un Vicepresidente (cargo de nueva creación), dos
Consiliarios, un Archivero- Bibliotecario, un Contador, un Depositario y tres
Secretarios (se aumenta en uno el número de secretarios que era hasta entonces
dos).
La Junta de Gobierno se elegía por mayoría
relativa y se renovaba anualmente por mitad. El Presidente se elegía todos los
años. Todos los individuos de dicha Junta podían ser reelegidos (art. 29).
Para cumplir con lo dispuesto en el art. 29,
se renovaron en las primeras elecciones tras la aprobación de este Reglamento
los cargos correspondientes, y además se eligieron, en Junta general
extraordinaria, las personas que debían de desempeñar los de Vicepresidente y
Secretario 3.º, de nueva creación.
Para las elecciones de diciembre de 1876 y
siguientes, se estableció dos agrupaciones de cargos: primera Presidente,
Consiliario 2º, Bibliotecario, Depositario y Secretario 2°; y segunda,
Presidente, Vicepresidente, Consiliario 4º, Contador y Secretarios 1° y 3.º
Las elecciones se efectuaban, en una Junta
general extraordinaria, que ha celebrar en el mes de Diciembre de cada año y en
la forma siguiente: “1.º Será secreta la elección y se hará por medio de
papeletas. 2.º No podrá ser elegido para la Junta de Gobierno el Socio que no
tenga su residencia habitual en Madrid. 3.º En caso de empate, se considerará
elegido el Socio más antiguo. 4.º El elegido para sustituir á uno que haya
dimitido se considerará como sustituto de aquel á quien reemplace”.
En el art. 31 quedaban consignadas los deberes
y atribuciones de la Junta de Gobierno: “1.º Vigilar por la puntual observancia
del Reglamento; 2.º Acordar, conforme al mismo, lo que crea más conveniente á
la mayor prosperidad del Ateneo; 3.º Convocar Junta general extraordinaria; 4.°
Cuidar del monetario y demás objetos curiosos ó útiles del Ateneo; 5.°
Administrar los fondos de esta Sociedad y 6.° Dar razón de sus actos todos los
meses en la Junta general ordinaria, y cuenta anual en la extraordinaria de
Diciembre de cada año”. Igualmente se definían las atribuciones de los miembros
de la Junta.
Así en cuanto al Presidente: “ejerce las
funciones propias de su cargo y además tiene la obligación de poner el V.° B.º
en todos los gastos acordados por la Junta de Gobierno y en todas las cuentas
que se presenten á la Junta general: es reemplazado por el Vicepresidente, y
éste, á su vez, por cada uno de los Consiliarios. También deberá el Presidente
pronunciar un discurso, científico ó literario, al inaugurar las Cátedras y
Seccioes del Ateneo, lo cual habrá de verificarse en los meses de Octubre ó
Noviembre”.
Los Consiliarios cuidaban del buen orden y
esmero que debe haber en todos los departamentos de esta Sociedad.
Los Secretarios redactaban las actas de las
Juntas de Gobierno y Generales, darán cuenta de lo que la Junta Directiva haya
determinado poner en conocimiento de la General, y firmarán los avisos y
circulares que fuesen necesarios para cumplir los acuerdos de la Junta
Directiva y del Ateneo. En la Junta extraordinaria de Diciembre presentarán los
Secretarios un resumen de cuanto se haya hecho, durante el año, por el Ateneo y
sus Secciones.
Los acuerdos de la Junta de Gobierno se
tomaban por mayoría absoluta de votos.
El individuo de la Junta Directiva que cesaba
en el desempeño de su cargo por más de cuatro meses, se entendía que lo
renunciaba, procediéndose á su reemplazo en Junta general extraordinaria. Lo
mismo se verificaba en el caso de renuncia expresa ó de vacante por cualquier
otra causa.
Citas Célebres:
“Las penas del mañana son más temibles que
las del pasado.”
“Puesto que nada hay más precioso que el
tiempo, no hay mayor generosidad que perderlo sin contar.”
“El precio del hombre es su voluntad.”
“Porque dichas que se pierden son las
desdichas más grandes.”
“Hoy por ti, mañana por mí “
“Con audacia se puede intentar todo, mas no
conseguirlo todo.”
“Recordad que
a lo largo de la historia, siempre ha habido tiranos y asesinos, y por un
tiempo, han parecido invencibles. Pero siempre han acabado cayendo. Siempre.”
“Todo
hombre tiene su precio, lo que hace falta es saber cual es.”
"Para investigar la verdad es preciso dudar,
en cuanto sea posible, de todas las cosas, una vez en la vida."
“Nadie aprende, nadie aspira, nadie enseña a
soportar la soledad.”
"Las críticas no serán agradables, pero son
necesarias."
“A veces,
el silencio es la peor mentira.”
"Primero descubre lo que quieres ser; luego
haz lo que tengas que hacer."
“Hacer algo bien vale más que decirlo bien.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario