Fragmentos
visibles.
Se trata del fragmento más importante, tanto
por lo conservado como por su disposición a la hora de ser visitado. Las
excavaciones realizadas en él en 1972–1975 y 1985 en adelante han sido
complementadas con el derribo de un edificio decimonónico que se asentaba sobre
el propio lienzo, y que arrojó muchos datos. Esto se produjo dos años después
de 1985, lo cual supuso también una restauración y puesta en valor del tramo de
la muralla.
Tiene a la vista, aproximadamente, unos 120
metros de longitud. Esta parte de la muralla se ha conservado por haber sido
utilizada como muro de carga en edificios de época moderna, que tras su
demolición han permitido que los restos afloren. Sin embargo, el hecho de que
haya sido utilizado como cimiento no debe pasar por alto, pues toda la muralla
ha podido tener tal destino. Al parecer, numerosos tramos de la muralla fueron
reedificados y remodelados, y otros quizá sufrieron más en el transcurso de la
historia.
Se trata de un lienzo de una anchura en torno
a los 2,6 metros, algo bastante coherente si se pone en relación con el tamaño
de las torres que se hallan alrededor del mismo. Son dos paramentos exteriores
que en su interior cuentan con mampostería a modo de núcleo. La mampostería se
encuentra unida con argamasa de cal. Es interesante que todos los materiales
que conforman el lienzo pertenezcan a zonas relativamente cercanas a la ciudad,
lo cual reafirma una vez más el interesante papel geoestratégico de la
elevación en la que surge la ciudad islámica.
Profundizando en los dos paramentos, sus
partes inferiores están formadas por bloques de sílex de gran tamaño, tallados
únicamente en su cara externa y ligeramente desbastados —aunque no modelados—
en el interior. A partir de ahí se levantan sillares de piedra caliza,
ofreciendo una nueva constatación de que el trazado es de origen andalusí, pues
los materiales siguen el estilo de aparejo cordobés, el cual es una constante
en los siglos en los que se desarrolla la vida en Madrid. El aparejo cordobés
consiste en un sillar a soga —la parte más larga del mismo al exterior— y dos o
tres a tizón —la parte corta visible—. Esto es difícil de apreciar a lo largo
del lienzo, debido al paso del tiempo. De hecho, es posible que la muralla
fuese remodelada en el siglo X tras un asedio de Ramiro II de León, pero en
ningún caso reconstruida.
Constatar a pie de muro el aparejo cordobés
puede ser difícil, pues cuando se puso en valor a finales de los años 80 se
aplicó un enlucido en blanco, que si bien estaba encaminado a ocultar algunos
parches implantados en la muralla durante su etapa como muro de carga también
ocultó algunos detalles. Por otro lado, el pequeño arco que se aprecia tapado
pudiera ser una suerte de desagüe sin mayor interés, lo cual se deduce por la
documentación de época moderna, que señala el paso de un pequeño arroyo por esa
zona. Para intentar ofrecer una perspectiva más histórica se recreó un pequeño
talud para intentar reconstruir el ambiente de época, tan transformado por el
crecimiento de Madrid.
Citas Célebres:
“A menos que
creáis en vosotros mismos, nadie lo hará; éste es el consejo que conduce al
éxito.”
"Tened
cuidado con la tristeza. Es un vicio."
“Los
verdaderos bienes, sólidos y eternos, son aquellos que dan la razón.”
“No siempre
lo posterior a un momento determinado significa progreso.”
"La
maldad no es algo sobrehumano, es algo menos que humano."
“La
disciplina consiste en que un imbécil se haga obedecer por los que son más
inteligentes.”
“Somos más
sinceros cuando estamos iracundos que cuando estamos tranquilos.”
“Los
silencios no prestan testimonio contra sí mismos.”
“Vivir en
los corazones que dejamos tras nosotros, eso no es morir.”
“Quien
siempre dice la verdad, puede permitirse tener mala memoria.”
“El que ama
la guerra civil es un hombre sin lazos de familia, sin hogar y sin ley.”
“La práctica
debería ser producto de la reflexión, no al contrario.”
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