jueves, 24 de septiembre de 2015

ANTIGUO LABORIO DE MADRID-Calle Bailén

Con motivo de la puesta en marcha en 1861 del plan general de reforma interior que iba a suponer la apertura de la calle de Bailén y la construcción de un primer viaducto, obra del arquitecto Eugenio Barrón (1872), el ayuntamiento tuvo que expropiar muchas de las casas por donde habría de ir el nuevo eje urbano.
Un edificio de viviendas que ocupaba una manzana entera entre las calles de Yeseros, Redondilla y Don Pedro, antigua propiedad del duque del Infantado, se vio afectado por el proyecto, puesto que el trazado de la nueva calle lo partiría prácticamente por la mitad y donde antes había una manzana se crearían dos, después de la conclusión de las obras en 1883. De estas dos manzanas la que quedaba a la izquierda de la nueva calle de Bailén, según se mira hacia el norte, se utilizó para construir un nuevo grupo escolar y, la de la derecha, fue utilizada por el ayuntamiento para instalar el nuevo laboratorio municipal.
La Oficina Técnica Municipal se hizo cargó de gestionar la construcción del nuevo laboratorio y el arquitecto José Urioste y Velada de la realización del proyecto de obras. El nuevo edificio, construido entre 1901 y 1902, se adaptaba a la planta triangular de la manzana, estaba organizado en torno a un patio central y contaba con sótano y dos plantas, baja y principal. La fachada siguió el modelo clásico en su ejecución y en la disposición simétrica de los huecos.

En 1930 el ayuntamiento decidió ampliar el laboratorio y encargó a la Oficina Técnica Municipal la construcción de una tercera planta, ajustándose a las trazas arquitectónicas del proyecto original. Y es que en este laboratorio, cada vez con más competencias, se analizaban los productos alimenticios, la carne y todo género de comestibles para el consumo, la calidad de las aguas y, entre otros aspectos, colaboraba en los programas de vacunación.

Citas Célebres:
“La música es el lenguaje que me permite comunicarme con el más allá.” 
“Quien se esfuerce en cumplir con su deber en conciencia, está llenando ya el fin para que ha sido creado y pone en sí los principios de un carácter viril.” 
 “Los viejos desconfían de la juventud porque han sido jóvenes.” 
"Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y qué puente hay que quemar." 
“El honor es una isla escarpada y sin riberas: El que ha caido de ella, no puede volver a subir.” 
"Es preciso prestarse a los otros, pero no darse sino a uno mismo."
“El hijo de las largas convivencias desapasionadas es el tedio.”  
“La verdadera virilidad significa una voluntad fuerte guiada por una conciencia delicada."
"Después de aquellos que ocupan los primeros puestos, no conozco a nadie tan desgraciado como quien los envidia.”
"La discreción en las palabras vale más que la elocuencia."
“La sociedad no puede subsistir sin recíprocas concesiones.”
“El respeto a la vida es fundamento de cualquier otro derecho, incluidos los de la libertad.”
“En el momento en que te paras a pensar si quieres a alguien, ya has dejado de quererle para siempre.”
“Todas las generalizaciones son peligrosas, incluida ésta.”
“La fama es la amada de todo corazón humano.” 
“Preferid, entre los amigos, no sólo a aquellos que se entristecen con la noticia de cualquier desventura vuestra, sino más aún a los que en vuestra prosperidad no os envidian.” 

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