martes, 15 de septiembre de 2015

EXTERIOR BIBLIOTECA NACIONAL

La Biblioteca Nacional de España (BNE) es un organismo autónomo encargado del depósito del patrimonio bibliográfico y documental de España. Dedicada a reunir, catalogar y conservar fondos bibliográficos, custodia alrededor de 30 millones de publicaciones producidas en territorio nacional desde comienzos del siglo XVIII: libros, revistas, mapas, grabados, dibujos, partituras, folletos, etc.
La Biblioteca Nacional difunde este patrimonio bibliográfico a través de su catálogo y de la elaboración de la Bibliografía Española y desarrolla servicios al público que van desde las salas de consulta y los servicios a distancia a través su página web, a los servicios de información bibliográfica especializada y el préstamo interbibliotecario. El acceso a las colecciones digitales de la Biblioteca se realiza a través de la Biblioteca Digital Hispánica. A través del Museo de la Biblioteca se divulgan las colecciones, el funcionamiento y la historia de la Biblioteca Nacional. Además desarrolla un programa de actos culturales. Está situada en el Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales, el número 20 del Paseo de Recoletos de Madrid, compartiendo edificio con el Museo Arqueológico Nacional y tiene además una segunda sede en Alcalá de Henares.
Historia.
Orígenes.
El 29 de diciembre de 1711, el rey Felipe V aprobó el plan que le presentan su confesor Pedro Robinet y Melchor de Macanaz para crear una Real Biblioteca. La creación de esta fue un elemento dinamizador de la cultura española dieciochesca, con la misión de "renovar la erudición histórica y sacar al aire las verdaderas raíces de la nación y de la monarquía españolas". Pronto se comenzó la construcción de su sede en el pasadizo que unía el Real Alcázar de Madrid con el convento de la Encarnación.
La Real Librería se abrió al público el día 1 de marzo de 1712. El 2 de enero de 1716, Felipe V firmó el Real Decreto fundacional, que aclaraba el carácter público de la biblioteca, abierta a "todos los estudiosos" y establecía las normas fundamentales para su funcionamiento.
Cuando la biblioteca abrió sus puertas, sus fondos estaban compuestos de materiales provenientes de las colecciones privadas de los monarcas de España, Felipe IV y Felipe V, el cual mandó traer más de 6000 volúmenes de Francia. Los primeros ejemplares que se incorporaron a la colección fueron confiscados a los austriacistas, que perdieron la Guerra de Sucesión, como el Marqués de Mondéjar y el duque de Uceda. A esta colección se añadieron algunas bibliotecas privadas de nobles como el Conde de Aguilar y el Duque de Medinaceli. En 1715, la Real Biblioteca contaba ya con 28 242 libros impresos, 1282 manuscritos y 20 000 medallas.
El precedente del depósito legal, establecido en 1716, permitió que la biblioteca ampliara sus colecciones de forma considerable. A esto se sumó el efecto de la Real Orden del 11 de mayo de 1750, por la cual la Real Biblioteca adquirió el derecho de tantear las tasas de librerías puestas a la venta, con la oportunidad de seleccionar entre las relaciones de libros que se le presentaban aquellas obras que no existían entre sus fondos.
En 1738 se publica la primera obra fruto del trabajo de la biblioteca en 1738 bajo el título de Bibliotheca Universal de la Polygraphia Española, realizada por Cristóbal Rodríguez. Esta obra, apoyada en su preparación por el Bibliotecario Mayor Juan de Ferreras, fue la primera de una serie de obras de paleografía española.
Durante los tiempos de Juan de Ferreras, también se empezaron a elaborar índices o catálogos para el público. El bibliotecario Juan de Iriarte, en especial, se encargó de esta tarea, elaborando el Regia Matritensis Bibliotheca Geographica et Chronologica en 1729, el primer catálogo de la biblioteca, y posteriormente el Regia Matritensis Bibliotheca Mathematica (catálogo de matemáticas) y Regiae Bibliothecae Matritensis Codices Graeci (catálogo de manuscritos griegos).
La Real Orden de 19 de junio de 1761, redactada por el Bibliotecario Mayor Juan de Santander y aprobada por el rey Carlos III, modificó la original de 1716, creando la Imprenta Real que vinculaba "la labor editorial de la Biblioteca a los más destacados impresores, encuadernadores y grabadores de la época." El Bibliotecario Mayor pasa a ser director de la Biblioteca Real y los bibliotecarios pasan a ser considerados criados de la Casa Real, con sus correspondientes privilegios.
Durante esta época (1760-1778) la Biblioteca contó con un taller de fundición de tipos dirigido por Gerónimo Gil, que fue el núcleo original del taller de tipos de la Imprenta Real.


Esattua Luis Vives

Estatua Alfonso El Sabio

Estatua Cervantes

Estatua Lope de Vega

Estatua Nebrija
Citas Célebres:
"Al amor no se le dictan leyes." .
“La verdad espera. Sólo la mentira tiene prisa.” 
“Lo que de raíz se aprende nunca del todo se olvida.” 
"La violencia no es el remedio, tenemos que hacer frente al odio con el amor."
“La felicidad consiste en buscarla.”
“Que tu sabiduría sea la sabiduría de las canas, pero que tu corazón sea el corazón de la infancia candorosa.” 
“La belleza es la otra forma de la verdad.” 
“No hay mejor fragata que un libro para llevarnos a tierras lejanas.” 
“Los abusos son como los viejos caducos: llega un tiempo en que dejan de infundir respeto.” 
“No se puede ganar una guerra, como tampoco se puede ganar un terremoto.” 
“La gente vulgar sólo piensa en pasar el tiempo, el que tiene talento... en aprovecharlo.” 
“Una muerte ejemplar honra toda una vida.” 
“Una profesión es el espinazo de la vida.” 
“Hay libros que no parecen escritos para que la gente aprenda, sino para que se entere de que el autor ha aprendido algo.” 
“Quien se vanagloria de un vicio lo hace de todos.”
“La música es un eco del mundo invisible.” 
“El juego es hijo de la avaricia, pero también padre del despilfarro.” 
"Las grandes obras son hechas no con la fuerza, sino con la perseverancia." 

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