Otero
realizó importantes estudios en óptica geométrica, física, fisiología y energía
nuclear. En 1942 Otero descubrió la miopía nocturna aumentando la visión en
prismáticos y telescopios en un 66 %.[cita requerida] Por otro lado, Otero
puede considerarse como el padre de la energía nuclear en España ya que fue
presidente de la Junta de Energía Nuclear desde 1958 hasta 1974. Durante este
periodo se creó el primer reactor español, el reactor de la Moncloa (1958) y en
1969 la primera central nuclear española, la José Cabrera. En 1965 fue nombrado
presidente de la Sociedad Europea de Energía Atómica y en el 1968 presidente de
la Oficina Internacional de Pesos y Medidas. En 1968 fue nombrado gobernador
del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Biografía
Primeros
pasos
Otero
ingresó en la Academia de Artillería de la Armada a los quince años de edad y
fue nombrado teniente del cuerpo en 1928, como número uno de su promoción. La
Junta para la Ampliación de Estudios le permitió continuar su formación en el
Instituto Politécnico de Zúrich y después en el Instituto de Óptica de Berlín,
donde permaneció hasta 1932.
En 1935 fue
destinado a los Servicios Técnicos Industriales de Artillería de la Armada.
Durante la Guerra Civil se refugió en el Consulado de Noruega sin tomar
partido, lo que posteriormente le causaría algún problema. En este periodo
conoció a María Teresa Domínguez Aguado, con quien se casó el 5 de agosto de
1939. Tras la Guerra, fue nombrado jefe del Laboratorio de Óptica de la Armada.
Comenzó entonces su actividad científica en el CSIC.
Otero nunca
rechazó una ayuda para estudiar en el extranjero e importar los conocimientos a
la España de entonces. Conocedor de los principales idiomas europeos se mantuvo
siempre en el panorama científico internacional pero nunca aceptó las ofertas
de laboratorios extranjeros pues una de sus más profundas motivaciones era la
mejora de la ciencia en España.
Aportaciones
científicas
Sus
principales aportaciones científicas se centraron en el campo de la Óptica
geométrica, física y fisiológica a través del grupo de trabajo del Instituto
Daza de Valdés, una sección de Óptica del Instituto Alonso de Santa Cruz del
CSIC que estuvo dirigido por el propio Otero de Navascués. Durante los años cuarenta,
la actividad de Otero se centró principalmente en el mundo de la óptica,
consiguiendo importantes avances algunos de ellos de repercusión internacional,
como los estudios centrados en el rendimiento fotométrico de los instrumentos,
la miopía nocturna o la investigación en Óptica fisiológica y geométrica.
La
energía nuclear
Su relación
con el mundo científico norteamericano le había proporcionado a Otero unos
conocimientos importantes sobre lo que estaba ocurriendo en el campo de la
energía nuclear en cuestión de reservas y conocimientos técnicos. En 1947,
presenta un informe al CSIC, aconsejando que se iniciaran las investigaciones
sobre la energía nuclear en España tras la cual se constituyó una Comisión de
Estudios. En la dirección fueron nombrados Otero de Navascués, Terradas, Durán,
Colino y Vigón,[cita requerida] entre otros, que emprendieron, como tarea
fundamental, la formación del personal que iba a constituir la primera
promoción de especialistas nucleares, así como los primeros programas de
investigación.
La central
nuclear José Cabrera se comenzó a construir en julio de 1965, y se finalizó en
tiempo récord en marzo de 1968, tan solo 12 años después de la construcción de
la primera central nuclear en el mundo (Calder Hall, en Gran Bretaña)
Ideología,
ciencia y catolicismo
José María
Otero de Navascués mantuvo siempre una inalterable armonía entre su afán de
conocimiento sin límites y una profunda religiosidad. Fue conocido por su gran
sentido moral y por su gran defensa de los valores cristianos. Criticó
duramente la decadencia de valores en occidente y se mostraba certero en las
consecuencias de las “devastaciones ideológicas y después materiales de las guerras
y de los odios enconados” en relación a las dos guerras mundiales y las distintas
ideologías totalitarias.
Por otra
parte, y quizás por su gran experiencia internacional, Otero de Navascués fue
conocido como una persona abierta y de intelecto sagaz que ponía por delante el
progreso científico a los prejuicios políticos. Así por ejemplo, Miguel Catalán
Sañudo, quien trabajaba para laboratorios estadounidenses, pudo recuperar su
cátedra diez años después de la Guerra Civil gracias a su actuación.2 Otero lo
integró en el instituto Daza de Valdés como jefe del Departamento de Espectros.
También
mostró en diversas ocasiones su agrado en relación a la integración de la mujer
en la comunidad científica y universitaria.
Citas Célebres:
“El dinero
no nos proporciona amigos sino enemigos de mejor calidad.”
“Un hombre
de carácter podrá ser derrotado, pero jamás destruido.”
"Para
tener éxito debemos hacer todo lo posible por parecer exitosos."
“Una
sucesión de pequeñas voluntades consigue un gran resultado.”
“Para no ser
los esclavos martirizados del tiempo, embriagaos, ¡embriagaros sin cesar! con
vino, poesía o virtud, a vuestra guisa.”
“Cuando
estés irritado, cuenta hasta diez antes de hablar, si estás airado, cuenta
hasta cien.”
“El amor
propio es el más peligroso de los consejeros.”
“El peor de
los pecados de la instrucción es ser aburrida.”
“La alegría
que nace del bien es seria, mientras que la que nace del mal va acompañada de
risas y burlas.”
“A dos cosas
hay que acostumbrarse, so pena de hallar intolerable la vida: a las injurias
del tiempo y a las injusticias de los hombres.”
“La peor de
las democracias es mil veces preferible a la mejor de las dictaduras.”
“Se quiere
más lo que se ha conquistado con más fatiga.”
“El que sabe
conocerse a sí mismo es dueño de sí.”
“El que
tiene mucho desea más, lo cual demuestra que no tiene bastante; pero el que
tiene bastante ha llegado a un punto al que el rico no llega jamás.”
“Todo
recuerdo es melancólico, y toda esperanza, alegre.”
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