Historia del templo.
La construcción del templo la inició a
comienzos del siglo II a. C. el rey nubio Adijalamani de Meroe, quien levantó
una capilla dedicada a los dioses Amón e Isis. La capilla, decorada con
relieves, es una de los pocos lugares donde se documenta a este monarca.
Posteriormente, distintos reyes de la Dinastía Ptolemaica construyeron nuevas
estancias alrededor del núcleo original hasta darle un aspecto cercano al
actual. Tras la anexión de Egipto por el Imperio Romano, fueron los emperadores
Augusto, Tiberio y, tal vez Adriano, quienes culminaron la construcción y
decoración del edificio. Con el cierre de los santuarios de Isis en Filé en el
siglo VI, el templo dejó de ser lugar de culto pagano, y comenzó su progresivo
abandono y deterioro.
El rey Ptolomeo IV Filópator o quizás el rey
nubio Adijalamani (Adikhalamani) de Meroe, mandó construir hacia el año 200 a.
C. una capilla en honor del dios Amón de Debod, en la localidad de Debod, al
sur de Egipto (en el lugar donde se encontraban los restos de un antiguo
edifio.
cio cultual ramésida). Se trata de la capilla conocida como capilla de los
relieves, o "Capilla de Adijalamani", donde pueden verse
inscripciones referidas a Amón. En los relieves de la capilla aparecen también
escenas rituales donde se dice que el rey Adijalamani ordena construir el
monumento en honor a su padre Amón y que Amón habita en Debod. El templo surge
estrechamente vinculado a un hecho histórico de extraordinaria importancia en
la historia del Egipto ptolemaico: la llamada "Secesión Tebana". En
este momento, durante 20 años (205-185 a. C.) todo el Alto Egipto será independiente
del poder lágida alejandrino; la Tebaida, como estado independiente, tendrá sus
propios reyes. Estas disensiones internas en Egipto permiten a los kushitas
avanzar hasta Filé, lo cual explica su presencia en la misma Filé, en Kalabsha,
en Dakkah y en Debod.
Amón de Debod va a ser la divinidad principal
del templo. Poco a poco Isis lo irá desplazando de este lugar preeminente, pero
ciertos indicios hacen pensar a los investigadores que, a fines de la época
ptolemaica, Amón de Debod recuperará su papel de divinidad principal del
templo. Adijalamani llevará a Debod divinidades nubias (es el caso de Apedemak,
el poderoso dios león dinástico meroíta, que aparece mencionado en el dintel de
acceso a la Capilla de Adijalamani -este bloque se encuentra hoy en el Museo
del templo, es decir en su terraza superior).
En época ptolemaica se amplió el santuario con
nuevas estancias, siguiendo una política tradicional que dejaba
"invisible" el edificio previo (el núcleo arquitectónico inicial), el
cual quedaba rodeado por las adiciones ptolemaicas, visibles al exterior.
Ptolomeo VI Filómetor, una vez restaurado en Nubia el dominio lágida, consagra
a Isis el Templo de Debod. Ptolomeo VIII Evérgetes dedicó en el templo un naos
a Isis y tal vez añadió otra sala a la capilla inicial. Ptolomeo XII Auletes
dedicó otro naos (hoy perdido) al dios Amón de Debod.
Con la llegada de los romanos y la
incorporación de Egipto al Imperio, se realizaron nuevas obras de ampliación en
el templo:
Construcción de un pronaos de fachada hipóstila
(4 columnas de orden floral, dos de los capiteles inacabados) con acceso
flaqueado por intercolumnios.
Relieves al exterior en los mencionados
intercolumnios (Augusto ante los dioses Isis, Osiris, Amón de Debod y Maahes o
Mahesa).
Decoración completa de los muros interiores
del pronaos (o vestíbulo) hipóstilo.
Construcción de un edificio anexo, adosado al
templo, que se ha venido considerando un mammisi.
Los romanos llevarán al templo nuevas
divinidades, vinculadas mayoritariamente al orden teológico de Filé. En las
proximidades del templo, aunque fuera del área religiosa y de necrópolis, hay
autores que piensan que se instaló una pequeña guarnición romana, denominada
-en la topografía de la zona- Parembole, pero lo cierto es que no se ha encontrado
vestigio militar romano alguno en el área.
Es probable que debamos a los emperadores
Antoninos algunas de las reformas arquitectónicas últimas del templo
grecorromano. A partir del reinado de Diocleciano, la zona sufre con especial
intensidad los ataques de los nómadas, en lo que parece ser una volkswanderung
nubia de doble dirección: sentido sur-norte y desiertos-Nilo. Los romanos
abandonan la frontera de Maharraqa, que se retrotrae a Filé. Todos los
campamentos romanos al sur de Filé se levantan. La Nubia, y por tanto Debod,
quedan a merced de los nómadas blemios, que dejan su peculiar huella en los
muros del santuario. Cuando el emperador Teodosio I fija el cierre de todos los
templos paganos del Imperio (a excepción de Filé), Debod ya no está sensu stricto
bajo la órbita romana.
Más tarde, el emperador Justiniano (siglo VI
d. C.) decretaría el cierre de los templos paganos que aún estuvieran
funcionando en todo el Imperio Bizantino (del cual Egipto era una provincia).
Con este decreto, los templos egipcios dedicados a los dioses tradicionales
fueron también clausurados. La medida legal justinianea afectó en Egipto
fundamentalmente a dos templos de larga tradición: al oráculo de Zeus-Ammón en
Siwa y al templo de Isis en Filé. El culto isíaco en Filé fue eliminado y su
recinto ocupado por una comunidad cristiana que consagró el templo a San
Esteban. En ese momento comenzó la cristianización de Nubia. En Debod hay
huellas de la ocupación cristiana.
Debod será visitado durante la
Tardoantigüedad, la Edad Media y la Edad Moderna, por nómadas, por peregrinos
paganos (que dejan sobre sus muros proskynemata3 ) y por cristianos;
finalmente, será un edificio ocupado de forma ocasional por musulmanes. Todos
estos grupos humanos dejarán su impronta en los muros milenarios del templo,
como posteriormente lo harán los viajeros románticos. La toponimia del lugar
mantendrá el nombre original, egipcio (ta-Hut), deformado en "Dabud",
"Debod".
La primera descripción exacta del edificio que
se tuvo en Europa se elaboró en el año 1813, cuando el explorador suizo Johann
Ludwig Burckhardt fue enviado para inspeccionar y detallar la zona por orden de
Napoleón. El mismísimo Champollion visitó Debod, dejando una breve referencia
del edificio. A lo largo del siglo XIX, el templo fue nuevamente visitado por
exploradores y egiptólogos que ofrecieron una descripción gráfica y mostraron
indirectamente en sus trabajos el paulatino deterioro del edificio.
Cuando en 1907 se construyó en aquel
territorio la primera presa de Asuán (conocida como la presa baja), el templo
se vio afectado en gran medida, ya que permanecía unos nueve meses al año bajo
las aguas. La inundación casi constante del templo provocó la pérdida de la
policromía y el daño de algunos de sus relieves. La piedra arenisca también
sufrió un gran desgaste. Esta erosión ocasionada por las aguas del Nilo se
añadía a los desperfectos que había provocado en su día el terremoto de 1868. A
la vista de estos daños, el Servicio de Antigüedades de Egipto pidió al
arquitecto egipcio al-Barsanti que procediera a su restauración. Tras la
conclusión de la obra, el alemán Günther Roeder llevó a cabo un estudio
exhaustivo con documentación fotográfica, dibujos de planos, alzados y
comentarios. Su trabajo sigue siendo la referencia bibliográfica fundamental
del edificio, un siglo después.
En el año 1961, a causa de la construcción de
la nueva presa de Asuán, el templo (y otros edificios) fue desmontado por una
misión arqueológica polaca (que localiza los niveles más antiguos del edificio,
de época ramésida -Seti II) y sus piedras son depositadas en la isla Elefantina
hasta su posterior traslado al puerto de Alejandría. Desde este puerto hizo su
viaje final hasta llegar a España, tras una cesión diplomáticamente compleja,
llena de luces y sombras, en la que prestigio, dinero, instituciones y
organismos oficiales estuvieron en el núcleo de una negociación difícil y dura
(en clara contradicción con las declaraciones oficiales que hasta el día de hoy
se mantienen) como ha demostrado Jambrina (v. bibliografía).
En su nuevo emplazamiento, fue inaugurado en
julio de 1972 por Carlos Arias Navarro, alcalde de Madrid.
Citas Célebres:
"Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad.”
“La ambición no hermana bien con la bondad, sino con el
orgullo, la astucia y la crueldad.”
“Cuando estoy con un amigo no estoy solo ni somos dos.”
"La cordura y el genio son novios, pero jamás han
podido casarse.”
“La historia no se repite si no es en la mente de quien no
la conoce.”
“La música expresa aquello que no puede decirse con palabras
pero no puede permanecer en silencio.”
“Aléjate presuroso de los que emplean el tiempo en repetir
que son patriotas y viven del patriotismo de los demás.”
"La libertad de expresión lleva consigo cierta libertad
para escuchar.”
“¡Bienaventurados nuestros imitadores, porque de ellos serán
todos nuestros defectos!”
"La obra humana más bella es la de ser útil al
prójimo.”
“No os diré: no lloréis; porque no todas las lágrimas son
amargas.”
“La lectura, una puerta abierta a un mundo encantado.”
“Si se recurre al talento es que falta la imaginación.”
"En tiempos de engaño universal, decir la verdad se
convierte en un acto revolucionario.”
"Hay un encanto de lo prohibido que lo hace
indeciblemente deseable.”
“No hay más destino que el que nos haremos a pura sangre, a
mano.”