Historia.
El 4 de noviembre de 1717 el rey Felipe V
firma la orden dirigida al corregidor de Madrid, el marqués de Vadillo, para
«que se haga la fábrica y obra que se necesita en el cuartel de sus Reales
Guardias de Corps que está en la calle de la Puerta de Conde-Duque, junto al
convento de nuestra Señora de los Afligidos, para el alojamiento de 600
guardias y 400 caballos».
Las Compañías Reales de Guardias de corps
fueron un cuerpo militar de élite creado en el año 1704 como custodia personal
de los reyes. Formadas por «los mejores soldados en valor, costumbres, nobleza,
confianza, robustez y presencia», llamaban la atención por la riqueza y
vistosidad de uniformes. Desde el tiempo de la creación de esta fuerza de
élite, se hizo cargo el Ayuntamiento de los gastos de alojamiento y
conservación de su cuartel de los Afligidos.
De esta manera, en 1717 el corregidor de
Madrid, don Francisco Antonio de Salcedo y Aguirre, cumpliendo la orden real,
dispuso la construcción del nuevo cuartel, encomendándosela al entonces maestro
mayor de obras, Pedro de Ribera. Para ello, el concejo madrileño contribuyó con
2.000 escudos de vellón, obtenidos a partir de nuevos impuestos.
El arquitecto madrileño proyecta un gran
edificio con planta rectangular, en el que consigue armonizar funcionalidad y
belleza. Las caballerizas se situaban en la vecina manzana 543. Para procurar
perspectiva a la portada, Ribera trazó una pequeña plaza frente a ella.
Se edificó tomando terrenos de cuatro pequeñas
manzanas pertenecientes a don Juan de Chaves, en una de las cuales construyó su
quinta don Gaspar de Guzmán. El edificio resultante fue un caserón de 244.365
pies cuadrados, con el número 550, y para el cual Ribera diseñó una llamativa
portada, que resulta ser el ornamento más importante de la construcción. Dicha
portada, situada en la fachada este, fue muy criticada por los clasicistas del
siglo XVII y XVIII. Las dos líneas principales se corresponden a las fachadas
este y oeste. En el interior del cuartel existen tres grandes patios, siendo el
central el mayor.
En el año 1869 un fuerte incendio destruyó los
pisos superiores, y casi hizo desaparecer la torre situada en la fachada oeste,
que había sido utilizada como prisión para numerosos personajes políticos. Este
hecho provocó la decadencia de las instalaciones.
En el año 1969 el edificio dejó de tener uso
militar, y comenzó a ser rehabilitado por el arquitecto Julio Cano Lasso, bajo
encargo del Ayuntamiento de Madrid. En 1975, existió un plan para derribarlo y
construir un edificio de ópera.
En 2006 el Ayuntamiento comenzó a ejecutar un
nuevo plan de rehabilitación a fondo del inmueble (interior, fachada e incluso
cimientos), encomendado al arquitecto Carlos de Riaño. Los nuevos espacios
culturales de que consta el edificio se inauguraron escalonadamente a lo largo
del año 2011.
Su nombre.
Respecto a su nombre han existido diferentes
versiones del origen. En base a unos escritos de Mesonero Romanos del siglo XIX
se extendió la idea de que era debido al Conde-Duque de Olivares, valido del
rey Felipe IV. Sin embargo, otra hipótesis indica que dicho nombre viene por
estar asentado sobre el solar del anterior palacio del conde de Aranda y duque
de Peñaranda. Otras investigaciones, más recientes, apuntan a que el
conde-duque en cuestión sería el III duque de Berwick y Liria, también conde de
Lemos, que impulsó la construcción del vecino Palacio de Liria, y cuya familia
conservó la propiedad de los terrenos del cuartel hasta 1943.
Citas Célebres:
"El perfume anuncia la llegada de una
mujer y alarga su marcha.”
“El amor nos enseña todas las virtudes.”
"Tan pobre como es la mesa que carece de
pan, así la vida más ejemplar resulta vacía si le falta amor.”
“La ley es poderosa, pero más poderosa es la
miseria.”
“El optimismo es la fe que conduce al éxito.
Nada puede hacerse sin esperanza y confianza.”
“El mejor homenaje que puede tributarse a las
personas buenas es imitarlas.”
“Portémonos con los amigos como queríamos que
ellos se portaran con nosotros.”
“Cuando se poseen cosas que sobran, se poseen
bienes ajenos.”
“La imposibilidad de demostrar que Dios no
existe, demuestra su existencia.”
“No importa que mucho de los que pronunciamos
tu nombre no te entiendan, yo pronuncio tu nombre, pero me entiendo.”
“Lo que se hace por amor está más allá del bien
y del mal.”
“Los votos deberían pesarse, no contarse.”
“Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay
que decir desborda el alma.”
"Siembra un acto y cosecharás un hábito.
Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un
destino.”
“El entendimiento natural puede suplir a la
cultura, pero ésta nunca puede suplir a aquél.”
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